Un día como hoy, en 1989, Bahiense del Norte emprendió la vuelta olímpica por el Campeonato logrado en Primera División. El festejo inició un 22 de octubre en Villa Mitre y culminó el 30 de ese mismo mes, en calle Salta. Aquel plantel se destacó por el ímpetu de Sergio Hernández en el banco, y la destreza de Montecchia, Montivero y los Ginóbili.
Bahiense del Norte siempre se caracterizó por generar talento en sus categorías inferiores. El club alojó, entre otras promesas que se convirtieron en realidad, a la segunda gran trilogía del básquetbol de la ciudad: Alejandro Montecchia, Emanuel Ginóbili y Pepe Sánchez.
En 1989, la fusión de talentos no fue la excepción. Bahiense llegó al campeonato de primera división con un plantel prometedor. La figura de Montecchia, Leo Montivero y los hermanos Ginóbili, fue una combinación letal. Asimismo, la presencia de Hernández en el banco fue el plus ideal. Oveja trabajaba en el club desde 1984 y ya conocía la formación de las futuras estrellas nacionales.
Bahiense del Norte inició el camino un 14 de julio y se coronó como visitante de Villa Mitre con un triunfo ajustado (89-88). En aquel encuentro, Leandro fue goleador con 21 puntos, aunque se retiró con 5 faltas, seguido de Montivero con 17, Montecchia con 15 y Sebastián con 14.
La celebración completa se dio el posterior 30 de octubre. El tricolor doblegó a 9 de Julio con un contundente 128 a 64. Esa noche fue una verdadera fiesta. En el triunfo, Leandro Ginóbili convirtió 32 puntos y Alejandro Montecchia 23.
El equipo Campeón de Primera División en 1989: Cecil Valcarcel, Alejandro Ariel Montecchia, Iván Jorge Jensen, Leandro Javier Ginóbili, Leonardo Adrián Montivero, Sebastián Fernando Ginóbili, Fernando Marcel Piña, Pablo Adrián Hoya, Gabriel Ernesto Schamberger, Pablo Gustavo Ascolani y Raúl Horacio Prat. DT: Sergio Santos Hernández.
UNA FOTO QUE MARCÓ LA HISTORIA DE BAHIENSE DEL NORTE
Vuelta olímpica en casa. Alejandro Montecchia encabezaba la fila del equipo campeón y un puñado de jóvenes acompañaban el festejo. Los niños se agolpaban con los grandes y disfrutaban juntos el esfuerzo de una institución que se acercaba a los 15 años de vida.
De ahí surge un recuerdo imborrable para todo amante del básquetbol de Bahía Blanca. Tan sólo 12 años, puños y ojos cerrados, y al trote entre la multitud. Emanuel Ginóbili también celebraba. Un título que nunca vivió en carne propia, pero supo disfrutar gracias a su familia.
Fotografía: Bahiense del Norte y archivo LaNueva.