Bebe Storti es un símbolo ineludible de Estudiantes, un personaje que atraviesa toda la historia del albo en primera persona. Hablamos con él sobre lo que significa en su vida, su llegada al club, el Bebe jugador, el dirigente, los grandes íconos de la institución, la familia y mucho más.
BEBE STORTI, SU INFANCIA Y LA LLEGADA DEL CLUB
“Hacía poco que había llegado al barrio cuando nos dijeron que iban a empezar a construir el Casanova. Con los chicos del barrio jugábamos en el medio de la obra y los albañiles nos sacaban corriendo. Incluso, por las noches, nos colábamos para robar maderas e imaginar al otro día que eran espadas”.
“En el 42 empezamos a jugar al básquet, al principio no entendíamos mucho, pero nos veníamos a divertir. Recuerdo la primer final que jugamos contra Pacífico en su vieja cancha que estaba acá muy cerca, en frente de la casa de Coco Bruni”.
“La primera cancha era al aire libre y el piso era de polvo de ladrillo como las canchas de tenis. Por la mañana y por la tarde había que regarla para que el viento no se llevara el material. Sacábamos el agua de la pileta. Negociábamos con el canchero para regarle la cancha y que nos diera una pelota para jugar”.
“Cuando instalaron la pileta fue increíble. En el verano estábamos todo el día ahí y a la tarde salíamos y nos veníamos a jugar a la cancha principal o a la que daba a calle O´Higgins”.
El BEBE STORTI JUGADOR
“Yo fui un jugador mediocre, lo mío pasaba por otro lado, a mi me gustaba hacer otras cosas en el club. Fui capitán en el equipo de Segunda y salimos campeones, pero no era lo mío, siempre fui suplente en Primera”.
FINO STORTI, HERMANO Y COMPAÑERO
“Mi hermano era otra cosa. Le gustaba mucho, era un jugador extraordinario, no lo digo yo que soy su hermano, las crónicas de la época lo corroboran. Tremendo goleador, parte de los primeros grandes seleccionados de Bahía, ganó provinciales y marcó una época”.
RENÉ GIMÉNEZ, EL PRIMER ÍDOLO ALBO
“El vino de El Nacional. Su hermano estaba acá y empezó con nosotros, pero evolucionó enormemente. Fue el primer jugador que vimos que tiraba en suspensión. No lo podíamos creer cuando lo veíamos, era una novedad para la época”.
BETO CABRERA, SU RECUERDO Y LEGADO
“Ya de chiquito te dabas cuenta que iba a ser diferente. Yo lo dirigí una vez cuando era pequeño y notabas que era distinto. Después fue creciendo y avanzando poco a poco en su juego. Era un estudioso de esto. Incluso siendo ya veterano era el primero en llegar al entrenamiento y él último en irse. Si en un partido no le salían las cosas, al otro día estaba a la mañana entrenando. Esa actitud la tuvo siempre”.
“Beto era un perfeccionista, a mi siempre me gustó como asistía a sus compañeros, en realidad me gustaba todo, porque tiraba bien también y el equipo se armaba en base a su juego”.
BEBE STORTI Y LA ERA DORADA DEL BÁSQUET BAHIENSE
“Lito empezó acá, pocos lo saben, después se fue a Independiente, pero comenzó en los torneos internos que se hacían acá en Estudiantes”.
“Esa época fue increíble, éramos reconocidos en toda la argentina por estos monstruos. Beto era una atracción por si misma, la gente iba a verlos en todos lados”.
“Los Olimpo vs Estudiantes de esa época paraban la ciudad. La gente se volvía loca. Teníamos que preparar el partido con un mes de anticipación, se vivía como un River vs Boca al fútbol. Desde la organización era todo un tema, porque había que preparar la cancha para que entraran más personas. La semana previa los periodistas estaban en los entrenamientos y había que estar a la altura de las circunstancias”.
FAGGIANO Y STORTI, BÁSQUET Y FAMILIA
“El vino a los 16 de Punta Alta, no recuerdo si lo trajo el padre. Con la altura que tenía había que explotarlo al máximo. Era raro encontrar jugadores tan altos y fuertes como Jorge. Después se unió a la familia porque lo engancharon (se ríe)”.
“Con Lucas lo pude vivir como hincha, ya de chiquito hasta que debutó en la Liga. Después que se fue de Estudiantes no lo vi más en vivo. Cuando vino con Boca no quise venir, tenía miedo que le gritaran cosas y no quería pasar por eso. Recuerdo que le entregué una plaqueta y me fui a mi casa. Por tele si lo sigo siempre, pero una vez que se fue, no lo pude ver más en vivo”.
EL RECONOCIMIENTO DE LA GENTE
“Recién ahora me doy cuenta del cariño de la gente. En esa época uno estaba metido acá todo el tiempo haciendo cosas y no se da cuenta de lo que significa. Cuando me homenajearon, pensé que me iban a dar una plaqueta o algo por el estilo no esperaba que nombraran a la tribuna con mi nombre”.