Desde el pasado lunes, y hasta este jueves, se realizó un campus de Minibásquet organizado por cinco clubes de la ciudad: Estrella, Velocidad y Resistencia, Independiente, Comercial y Whitense.
La idea, inédita para el básquet bahiense, tuvo como fin la integración de los clubes para potenciar el valor humano, apuntar a la formación de los chicos como partes indispensables del futuro de la sociedad y entregarles herramientas para el desarrollo personal y deportivo.
Con la presencia de los profes de cada uno de los clubes involucrados, y la participación de profesionales que conformaron un grupo multidisciplinario, durante cuatro días se brindó charlas, experiencias y herramientas para los chicos y chicas que se acercaron al barrio San Martín, tengan una experiencia completa en todas las áreas de importancia.
La cancha de Estrella se transformó en el lugar de reunión para fomentar el trabajo y fortalecer los lazos entre los clubes, rompiendo paradigmas viejos y «tendiendo redes» para el crecimiento en conjunto.
Luciano Gabrielli y José Alarcón sobre el Campus: “El camino no es separados, sino juntos”
Teniendo en cuenta que es muy complejo realizar un campus, ¿De dónde salió la idea de hacerlo en conjunto entre 5 clubes?
José Alarcón: Hace muchos años tenía ganas de organizar algo así para Estrella y apuntado al Minibásquet. Porque creía que no había nada para esta categoría en este estilo de propuesta. Me puse en contacto con Luciano Gabrielli (Velocidad y Resistencia) Bruno Ferrandi (Velocidad), Mauricio Spurio (Independiente), Diego Corinaldesi (Whitense) que habíamos tenido un encuentro en su momento de escuelita, escribí a Comercial y todos enseguida se prendieron a la propuesta.
¿Cómo se organizaron inicialmente?
JA: Nos juntamos en Estrella y les expliqué la idea en concreto y que era lo que queríamos hacer realmente como proyecto, y a partir de ahí, empezamos a concretar esto que ves hoy acá.
¿La logística de coordinar a cinco clubes fue complicada?
JA: Cuando arrancamos no sabíamos bien que tipo de convocatoria íbamos a tener. Primero porque estamos en vacaciones, segundo porque el tiempo que teníamos no era el indicado porque estaba muy cerca de la fecha, pero también entendíamos que era el momento de hacerlo porque ya prácticamente lo habíamos organizado. Después cada uno fue aportando lo que iba a poner cada uno de sí para el campus y como no tenía un fin lucrativo, era simplemente ponerse manos a la obra con lo que propusimos.
¿Cómo fue el inicio del campus y quienes participaron?
JA: Lo primero fue poner el puntapié inicial y pensar en positivo para que esto sea el inicio de algo que se repita en el futuro. Se cumplieron los horarios, tanto de los eventos como de la comida, los padres ayudaron mucho, todos los disertantes que tuvimos: Leandro Halberg (Kinesiólogo), Florencia Branciforte (Nutricionista), Maximiliano Llambrich (psicología deportiva), Pablo Esteban (Técnica Individual) estuvieron también los árbitros, Jamaal Levy y todos y cada uno de ellos aportaron su granito de arena en estos días para que esto funcione de la mejor manera.
El grupo multidisciplinario que tuvieron estuvo abocado a los chicos en sus diferentes aspectos formativos, pero en sí ¿Cuál era su objetivo primordial?
Luciano Gabrielli: Primero y principal apuntamos a la formación humana de los chicos, ese aspecto era clave además de su relación con los clubes en la sociedad. Cada uno de los que intervinieron aportaron cuestiones técnicas teniendo en cuanta las fortalezas que tiene los profes en su formación. Hicimos grupos de a dos para trabajar sobre el dribbling, pases y otros aspectos básicos del juego. Realmente fue una experiencia fantástica.
¿Qué objetivos creen que cumplieron y cuáles son las cosas que quieren mejorar para los próximos encuentros?
J.A: Logramos que todos entendieran que el hilo conductor es el mismo para todos. El camino no es separados, sino juntos y eso no quedó en palabras. Se erradicó el miedo de que esto era para sacarle chicos a otro club y cosas por el estilo. Además, comprendimos que cada uno individualmente quiere construir el mejor club posible, pero que sabemos que hay un montón de cosas que, si no las hacemos en equipo, cuesta.
No hay nada mejor que comprender que el beneficio es mutuo y mostrarnos como un núcleo, que más allá que el día de la competencia queramos ganar, entender que en este momento lo que buscamos es trabajar con los chicos como personas, buscar una línea de deportistas (es el objetivo a largo plazo) y comprender que el amigo de Whitense, de Comercial, de Estrella o el que sea, entienda que esto es un juego que se gana y se pierde, pero en el fondo todos estamos en la misma línea que es la formación de personas.
El campus es mixto, teniendo en cuenta que la competencia de la ABB así lo ha marcado en los últimos años, ¿Cómo ven la formación de las chicas?
J.A: Hay ciertas personas en Bahía Blanca, tanto entrenadores y entrenadoras, como dirigentes, que han llevado la inclusión adelante y lo han empujado durante muchos años. A mi me toco estar, en mis inicios, dirigiendo femenino y entendí desde ese lugar que la mujer tiene una inmensa convicción para enfrentar el deporte, tiene una regularidad y constancia sobresaliente, es mucho más aplicada en lo que hace y evoluciona más rápido, sobre todo en esta edad de Minibásquet.
. ¿Qué creen que falta para la inserción de las mujeres en el deporte?
J.A: La dificultad más grande que tenemos para la incorporación del femenino son la falta de instalaciones, y en un segundo lugar (cuestión que ahora paulatinamente lo vamos revirtiendo, incorporando ya desde escuelita a las nenas) es esta idea de que el deporte es mixto, de hacer entender que el básquet no es una cuestión de género y aprovechar el cambio que se está dando en la sociedad para que eso mismo se replique en los clubes.
L.G: Los cinco clubes que estamos acá involucrados estamos en esta línea de romper el paradigma de que el básquet es solo de varones y tratamos de que poco a poco se vaya produciendo la incorporación de las chicas.
¿Cuáles son los objetivos de cara al futuro del campus?
L.G: Seguir en esta línea que hemos fundado acá e ir programando los próximos, tratar de incorporar otros clubes que comparta estas ideas que fuimos desarrollando en la charla. Además, la idea es seguir una línea de trabajo con los profes para ir perfeccionando a los chicos y aportarle un valor agregado.
¿Qué detectaron en estos días de trabajo en cuanto a aspectos a trabajar?
J.A: Primero de todo y es un aspecto que antes no ocurría, es el incentivar el deseo de consumir deporte. Tenemos mucha competencia en el mundo de hoy, pero eso no es una excusa, creo que nosotros debemos aggiornarnos a la nueva realidad y romper con la dinámica con un campus como este es el primer paso.
En cuanto a lo técnico tenemos que trabajar más en la coordinación, en el tiempo de trabajo individual, en la preparación física aplicada de motricidad básica, como para poder apuntalar toda la tarea que hacemos a diario en los clubes.
¿Qué es lo que más rescatan de esta experiencia?
L.G: Principalmente que se puede trabajar en conjunto. Qué todos somos parte de algo más grande que al club a que pertenecemos. Inclusión y grupo son las principales palabras que rescatamos y que vamos a seguir trabajando, por y para los chicos.
Tenemos muchas ideas que han surgido de acá y vamos a ver si las podemos plasmar por ahí replicando experiencias como la que viene realizando Independiente para el día del niño y siempre con la idea de que la familia se acerque al club. No hay que perder el rol social de la institución sea cual sea.
¿Creen que con este Campus se rompe un esquema o una visión de rivalidades históricas barriales o de clubes?
L.G: Hay una visión antigua de que los Clubes tienen que ir solos y que hay competencia entre clubes para ver quien es mejor, pero desde un aspecto destructivo y no constructivo y la idea es entender que estamos para crecer juntos.
J.A: Bahía con el potencial que tiene y la capacidad que hay de profesionales en los clubes que está siendo desperdiciada porque no nos juntamos para potenciarla. Tenemos que empezar a construir redes, hay que armar redes, este es un buen ejemplo de esto, en el cual todos nos podamos desarrollar. Cada uno desde su lugar y rol, pero para construir algo para todos creando espacios en que nos juntemos para la mejora global y con la idea firme de que la persona es más importante que el jugador de básquet.