Con la idea de apuntar a la formación integral de sus jugadores, Pueyrredón junto a Slums Dunk, la ONG creada por Bruno Cerella, trabajan de manera coordinada en busca de complementar el trabajo social, de salud y deportivo.
PUEYRREDÓN Y CERELLA UNA RELACIÓN DE AÑOS
Desde su partida al viejo continente allá por el año 2004, Bruno Cerella forjó una carrera ascendente que comenzó en la sexta categoría y que en la actualidad lo tiene afianzado en la LEGA.
La lejanía no ha separado a Bruno de su vinculo con Pueyrredón y desde el 2009 trabaja a la par con los dirigentes para concretar un proyecto integrador. «Tuve el coraje de irme a Italia y el deporte me dio una oportunidad muy linda; entonces, una manera de agradecerle al deporte fue creando este proyecto llamado «Slums Dunk», comentaba en su visita a la institución cuando brindó una clínica deoortiva.
Slums Dunk es una ONG que utiliza al baloncesto como vehículo para involucrar, movilizar y como un medio para promover la educación en habilidades para la vida en áreas degradadas de África. Prestando especial atención a la igualdad de género y la participación directa de niñas y niños en las actividades.
«El proyecto se inserta en el club Pueyrredón hace casi tres años. Decidimos colaborar con el lugar que me dio cobijo en mi juventud. La idea es la de promover valores, sumar actividades a la institución y que a la vez le sirvan a los chicos para tener más oportunidades y mayor calidad a las que ya existen en el lugar», nos cuenta Bruno desde Italia.
Con trabajos en África y la idea de expandirlo a otros lugares del mundo, Bruno no quiso dejar de lado al club que lo vio nacer y con el cual lo une un vinculo indeleble.
«Los dirigentes están haciendo un gran trabajo y decidimos apoyar desde nuestro lado porque nos une relación que se forjó cuando éramos chicos. Estamos realmente muy contentos. Para Slums Dunk es un contexto completamente diferente a lo que realizamos en otras partes del mundo, pero la idea final es la misma, que tiene que ver con la de promover valores, crear oportunidades y sumarle un valor agregado a los chicos y chicas que son las nuevas generaciones».
APOSTANDO A LA INFRAESTRUCTURA
La pandemia de COVID-19 impidió que se siguiera con los trabajos planificados, pero a la vez brindó la oportunidad de contar con el tiempo para poder reacondicionar y preparar la cancha 3 como el lugar de unión de la ONG y la institución de calle Darregueira.
«Este año aprovechando el receso obligatorio pudimos concretar esta conexión con la edificación de la cancha. El lugar no estaba en desuso, porque la estábamos alquilando para algunas actividades, pero coincidimos en que tener un espacio para que los chicos puedan tirar al aro y no depender de las actividades en las principales, era algo clave».
«El lugar cumple una función de atracción para que los chicos se acerquen al club y también tiene un costado social, ya que lo pueden utilizar los chicos y chicas del barrio, los colegios o los que la necesiten. Es una cancha abierta a la comunidad», afirma Juan Martínez, presidente de Pueyrredón.
Slums Dunk es la combinación de los términos -en inglés- «volcada» (slam dunk) y «villa» (slum) por lo que el trabajo en cancha 3 mantuvo la estética de los playground barriales que hay alrededor del mundo y que son un lugar de esparcimiento para aquellos que aman el deporte de la pelota naranja.
«Estaba éste sector del club que nunca la habíamos podido utilizar cuando éramos chicos. La idea fue armar una cancha con aros de calidad e iluminación a la que le sumamos un mural hermoso que tiene unos grafitis en varios idiomas para evocar la unión de diversas partes del mundo. Por este motivo, es que hay una frase en italiano, una en inglés y colores que representan otros lugares de la tierra. Las manos, sin distinción de color, que evocan gestos de unión en paralelo a la importancia de las mismas para el deporte. Nos pareció lindo porque en este momento tan difícil que estamos pasando, es un mensaje de esperanza por parte de nuestra organización y el club en vistas a salir adelante todos juntos», comenta Cerella.
Tanto Bruno, como los dirigentes de Pueyrredón, ven este espacio como un lugar para poder concretar muchas actividades vinculadas a la formación deportiva, de salud y a la contención social en relación estrecha del club con el barrio.
El contar con un espacio para que los chicos y chicas del Pedro Pico puedan ir a disfrutar del deporte con la tranquilidad de estar en un lugar seguro y acorde para la práctica del deporte, es primordial para generar hábitos saludables y acordes con las ideas del Club y Slums Dunk.
Además de la cancha, el presidente adelantó que continuarán con clínicas apuntadas a la formación integral del personal del club y de sus jugadores.
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«Este año incorporamos a David Pineda como nexo entre la fundación y el club. Estamos terminando de coordinarlo, pero con la idea de dictar capacitaciones que tengan que ver con salud. como cursos de primeros auxilio. Para ello, podremos contar con este espacio para el dictado de los mismos y al aire libre, muy necesario para estos tiempos de COVID-19«.
«Queremos otorgarles a los jugadores del club las herramientas para que puedan valerse tanto en el deporte como en la vida», cierra el Juan Martínez.
Con la ayuda de un ex jugador que tiene claro la importancia de la educación y la formación integral en el deporte y la predisposición por parte de Pueyrredón para seguir avanzando en las funciones de servicio social, el club brinda más y mejores posibilidades para su barrio.