El bahiense Nicolás Richotti dio un giro drástico en su carrera en la última temporada para jugar en la Subway League de Islandia.
Tras más de una década en el básquet español, Nico eligió un nuevo desafio para su vida y se sumó a las filas del Njardvik.
El base promedió 14.4 puntos, 4.4 rebotes, 5.6 asistencias y 32.6 minutos en 29 partidos. Su equipo quedó eliminado en semifinales ante Tindastoll, tras terminar primero en la fase regular con 22 victorias y cinco derrotas.
Pero más allá de su rendimiento deportivo, Richotti encontró en la isla cercana al Polo Norte un lugar para conocer y aprender, afrontando el desafío de las condiciones climáticas y culturales.
Nicolás Richotti
¿Qué balance haces de tu año en el Njardvik?
Este año en Islandia me fue bien deportivamente. Hicimos un gran año, sobre todo comparado al año anterior donde el equipo se había salvado del descenso en la última jornada. Pudimos ganar una copa a principio de temporada y quedamos primeros en la fase regular, que fue muy importante. Después los playoffs fueron una lastima, nos quedó un mal gusto por quedar eliminados en semifinales. Entendíamos que podíamos hacerlo mejor. Pero de todas formas el año fue muy bueno. Y en lo personal también fue muy positivo, jugué muchos minutos, pudiendo anotar y ayudar al equipo.
¿Cómo tomaste la decisión de irte a esta liga exótica?
La decisión llegó por sorpresa. La oferta era buena, soy una persona con muchas inquietudes, y el país siempre me llamó la atención. Creía que era una buena oportunidad para disfrutar de una nueva experiencia y así fue. Un año muy lindo, muy enriquecedor, conociendo una cultura totalmente diferente, un país precioso donde hay gente muy amable. Disfruté mucho del orden, de la calidez de la gente, del nivel de vida que tenes. Lo más complicado es el clima y la oscuridad en invierno, meses donde tenes solamente tres horas de luz por día. Pero lo demás fue todo genial, fue una experiencia muy productiva.
Nicolás Richotti
¿Cómo fue el periodo de adaptación? Tanto para vos como para tu familia
No es que haya sido difícil la adaptación, pero el estilo de básquet de ahí es un estilo un poco más “alocado”. Venía de un básquet más táctico y pausado como el español. Pero disfruté mucho de tomar muchas decisiones, eso fue muy divertido. Y para mi familia no fue fácil, de hecho esos meses de invierno se volvieron a Tenerife porque prácticamente no se puede hacer mucho en ese tiempo.
¿Tenés en mente seguir jugando en Islandia o buscas otro destino?
Todavía es muy temprano respecto al próximo año. Cuando se empiece a mover el mercado se barajará la mejor opción para mí y para mi familia.
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Además del básquet, se te vio muy vinculado con el streaming y el mundo digital, ¿es un pasatiempo o te gustaría dedicarte a eso en un futuro?
Llevo años haciéndolo. Tenía épocas que lo hacía más seguido, ahora ya más esporádicamente. Siempre me interesó porque me gusta la tecnología y los videojuegos. Y el hecho de poder interactuar con la gente lo disfruto mucho. No creo que sea algo a lo que me pueda dedicar, pero si es un hobbie para hacer cada tanto y disfrutarlo.
