José Ignacio ‘Polo’ De Lizaso falleció a los 75 años en su ciudad natal, Necochea, y dejó un hueco imposible de llenar en el básquetbol bahiense.
Polo, histórico jugador de Olimpo e integrante junto a Alberto Pedro Cabrera y Atilio ‘Lito’ Fruet de la trilogía que llevó a Bahía Blanca a ser considerada capital nacional del básquetbol entre los años ’60 y ’70, fue una leyenda de nuestro deporte, ídolo de una generación que admiró su carácter, pasión y entrega en cada oportunidad que vistió la camiseta de nuestra ciudad.
«Cuando vine a Bahía, allá por el ’69, estuve viviendo con él en un departamento durante unos dos años. La amistad siguió y anteayer hablé con él, cuando me contó que se iba para Buenos Aires», señaló Alberto Adrián Monachesi, compañero de miles de batallas de De Lizaso, a La Nueva. «Para mí era casi como un hermano. Cuando vine a Bahía no conocía a nadie y pasamos momentos muy lindos», agregó.
Polo arribó a Olimpo el 10 de marzo de 1964 procedente de Rivadavia de Necochea, por pedido expreso de Bill Américo Brusa. En el club aurinegro ganó nueve campeonatos, pero a eso sumó diez títulos provinciales con Bahía Blanca y ocho Argentinos con la Selección de Provincia de Buenos Aires.
De Lizaso también fue jugador de Selección Nacional. Con la camiseta albiceleste participó en 26 partidos y anotó un total de 185 puntos. Disputó el Mundial Extra en Chile (1966), la Copa del Mundo Uruguay 1967 y formó, junto a Cabrera y Fruet, del equipo que logró el Sudamericano 1973 en Bogotá, Colombia.
«Polo ya se juntó con Lito (Fruet) y Beto (Cabrera) allá arriba», le dijo Jorge Cortondo a La Nueva. «Realmente Polo, junto con Lito y Beto, fueron mis ídolos. Y cuando me integré a ellos recorrí un camino que ni siquiera habían estado en mis sueños más lindos”, agregó. «El recuerdo de toda esa etapa será permanente; espero que Polo descanse en paz y que todo el mundo lo tenga en la memoria no solo como un gran jugador, sino como una muy buena persona. Las hazañas deportivas, lógicamente, se seguirán recordando una y otra vez», completó Cortondo.
Polo De Lizaso, un alero de fuerte carácter, con un tiro de media distancia muy efectivo y mucha potencia para atacar el aro, dejó la actividad en noviembre de 1976. Desde ese entonces, pasó el resto de sus días en Necochea. Sin embargo, nunca dejó de sentirse un bahiense más, tan es así que estuvo presente en múltiples homenajes que se llevaron a cabo en nuestra ciudad.
Desde la ABB, lamentamos profundamente la partida de Polo, acompañamos a su familia en el dolor y nos compremetemos a mantener vivo su legado, para que la historia tenga siempre presente a quien fuera uno de los emblemas más importantes de nuestro deporte, responsable junto a Beto Cabrera y Lito Fruet de ser considerados, en el país, como la capital nacional del básquetbol.
Hasta siempre, querido Polo.
FOTOGRAFÍA: Gentileza La Nueva