Con el paso del tiempo, Bahía Blanca se ha posicionado como una ciudad que genera proyectos a nivel nacional. Específicamente, buscamos analizar si nuestra localidad puede ser considerada como una verdadera Cuna de Tiradores.
Es que el surgimiento de personalidades como Montecchia, Espil, Redivo, Elías, en los últimos años, impulsa esta premisa. Pero para confirmar o no esta teoría, los expertos en la materia tomaron la palabra y dieron su visión objetiva de la situación: “Creo que no sería el punto que identifique la ciudad. Quizás en épocas anteriores el basquetbolista podía ser un tirador nato, pero hoy en día el básquet exige mucho más que solo la habilidad de ser un buen tirador”, anticipa Juan Espil.
“Creo en Bahía Blanca como cuna de jugadores, más que de tiradores, a pesar de que hayan salido excelentes tiradores en la ciudad. Siento que se sigue trabaja y forman jugadores de altísimo rendimiento, en general y distintas posiciones”, comentó Mauro Polla, especialista en técnica de lanzamientos.
CÓMO DEBE SER UN TIRADOR HOY
Más allá de que, quizás, hoy Lucio Redivo y Federico Elías son quienes más pueden aproximarse a esta teoría, ambos demuestran el trabajo extra que necesitan realizar para reforzar otros aspectos del juego. El físico y la defensa, son los principales desafíos para que un tirador pueda mantenerse en la elite del deporte. “Los tiradores tienen que tener un físico desarrollado y preparado para defender, para realizar una finta y poder penetrar”, aporta Juan.
Pero, Espil también enalteció el esfuerzo de otros para aproximarse a la línea de tres puntos: “hoy en día los internos necesitan mayor movilidad, por eso necesitan de una buena mano. El básquet, en 2019, exige un buen tiro abierto. Mínimo para el ala-pivote. Las mejores ligas del mundo lo demuestran. El plan de los entrenadores parte de la base que los internos pueden tomar el tiro”.
EL OJO TÉCNICO DE POLLA
Ante esto, existe todo un mundo detrás de la perfección de la mecánica y la chance de que esto modifique la efectividad de un jugador a larga distancia. “Hay que ser muy consciente del tiempo que conlleva modificar hábitos del tiro y saber trasmitir la confianza al jugador para que se apoye en el entrenador y sus correcciones. Diferenciar qué vicios del lanzamiento son factores determinantes en la eficacia, y cuáles no, es algo vital. Además, hay que reconocer que son muy pocos los tiradores que tienen la mecánica perfecta y que muchas veces también hay detalles de movimiento o de ángulos, que no modifican la eficacia, porque todos tienen su impronta”, cierra Mauro, sobre cómo un jugador puede convertirse en tirador, si trabaja en la técnica.
En Bahía Blanca se abre el juego a la posibilidad de ser, o haber sido, una cuna de tiradores.