Se cumplen 20 años del triunfo de la selección Argentina sobre USA Basketball en el campeonato Mundial de Indianápolis. La primera derrota de un equipo conformado por jugadores NBA, ante un rival FIBA, fue un golpe que sacudió el mundo del básquet y que todavía hoy tiene sus repercusiones.
ARGENTINA Y UN CAMPEONATO CASI PERFECTO
La selección Argentina conducida por Rubén Magnano, llegó a Indianápolis con un equipo de altísimo nivel, conformado por jugadores protagonistas en las mejores ligas del mundo FIBA y con el futuro abierto a la NBA, como en el caso de Manu Ginóbili, figura de la Kinder Bologna y a apenas unos meses de migrar a San Antonio Spurs.
Al momento de enfrentarse a USA Basketball, Argentina llegaba invicta a la segunda fase del torneo, luego de derrotar en el grupo D a Venezuela (107 a 72), Rusia (100 a 81) y Nueva Zelanda (112 a 85).
En la ronda pre clasificatoria a cuartos de final, la selección derrotó a China (95 a 71), Alemania (86 a 77) y definía el puesto número uno ante el local, con la misión de tratar de evitar a Yugoslavia en el cruce eliminatorio.
Manu Ginóbili, Pepe Sánchez y Alejandro Montecchia, eran los bahienses de ese grupo que se meterían por primera vez en los anales del básquet de todos los tiempos, pero 20 años después se pierden de vista varios detalles, incluso se entremezclan con recuerdos de Atenas, dos años después.
Para poner un poco en contexto lo que se viviría ese 4 de Septiembre del 2002 en Indianápolis, vale recordar los detalles numéricos previos y cuestiones que se vivieron en el partido en sí.
USA Basketball, llevaba un récord de 42-0 con jugadores NBA al momento de enfrentarse a la selección Argentina. En el propio campeonato había ganado todos sus juegos con buenas segundas partes, sobre todo los terceros cuartos, donde aplastaba a sus rivales.
En el grupo C, los dirigidos por George Karl, vencieron a Argelia (110-60), Alemania (104 a 87) y China (84 a 65). En la segunda fase del torneo, se impusieron con claridad a Rusia (106 a 82) y llegaban al duelo contra el seleccionado nacional con una victoria apabullante ante Nueva Zelanda (110 a 62).
Las grandes estrellas del momento habían dado la espalda al conglomerado nacional y armaron el roster con buenos jugadores, pero de segundo orden para lo que era la mejor liga del mundo en ese momento. Esto no quita méritos a la selección Argentina, ya que había nombres como Paul Pierce (uno de los goleadores del torneo), Michael Finley, Reggie Miller, Jermaine O´Neal (nombrado jugador con mayor evolución ese mismo año en la NBA) Ben Wallace y Elton Brand, entre otros.
DETALLES DE LA VICTORIA ARGENTINA
A las 19 horas en el Conceco Fieldhouse (hogar de los Indiana Pacers), ante unos 5623 espectadores, Argentina formó con Pepe Sánchez, Manu Ginóbili, Hugo Sconochini, Fabricio Oberto y Rubén Wolkowyski. Del otro lado, los dirigidos por George Karl, presentaron a Andre Miller, Michael Finley, Paul Pierce, Elton Brand y Jermaine O’Neal.
Los primeros dos puntos del juego fueron anotados por Manu Ginóbili, que no tendría una buena noche de cara al aro (6-15 de campo, 0-3 en triples y 50% en lanzamientos libres), incluso tuvo que salir rápidamente de la cancha tras haber cometido su segunda falta, a los 4 minutos de iniciado el juego.
Ese primer cuarto fue clave, sobre todo la actuación de Hugo Sconochini, que sacó de las casillas a Paul Pierce (llegó a tirarle una patada desde el suelo) y le cometió dos faltas en tan solo 10 segundos.
Ya sin el goleador de los Celtics en el campo de juego y con Ginóbili en la banca, Argentina comenzó su tratamiento táctico. Jugó ofensiva Flex una y otra vez, destruyendo la defensa norteamericana con los cortes por línea de fondo y los pases desde el poste alto.
Fue muy llamativo que USA Basketball no pudiese ajustar de inmediato ante una de las ofensivas más conocidas del mundo del básquet. Oberto, Wolkowisky y Nocioni hicieron descalabros con los bloqueos por línea de fondo.
Argentina cerró el primer cuarto con 34 pts y una eficiencia por encima del 50% en tiros de campo, limitando en el otro costado a los locales a tan solo 21 pts.
El nivel de frustración de los jugadores NBA se empezó a palpar en temprano: Pierce arrojó una patada, Jermaine O´Neal pisó a Scola luego de comerse un tremendo tapón del, por entonces, jugador del TAU y luego, Reggie Miller empujó con las dos manos a Palladino tras la salida de un bloqueo.
Superado desde lo físico, Argentina arriesgó jugando al límite en defensa y emparejando la lucha en los tableros y corriendo cuando se podía. Se estaban imponiendo en el propio juego de los americanos, lo que redobló el nivel de frustración de los locales.
Ginóbili volvió a cancha cuando faltaban a penas 2 minutos para el cierre de la primera mitad. La excelente tarea de Leandro Palladino fue clave para que Magnano no tuviera que arriesgar a su mejor jugador con problemas de faltas.
El oriundo de Concepción del Uruguay, fue una garantía en defensa y se despachó con 7 pts en 9 minutos de juego, volviendo locos a los tiradores de USA Basketball. Reggie Miller, llegó a empujarlo con las dos manos luego de recibir el tratamiento defensivo del jugador del Napoli de Italia.
El 57 a 37 que marcó el final de los primeros 20 minutos de juego reflejaron la superioridad indiscutida vista en el campo de juego. La incredulidad era gigante en el estadio, sobre todo para los periodistas locales que veían como su equipo era apabullado con las armas que ellos mismos habían edificado.
AGUANTANDO EL VENDAVAL
La segunda parte iba a ser un desafío gigante para la Argentina. USA Basketball herida en su orgullo y con el antecedente de ser el mejor equipo en el campeonato en los terceros cuartos esperaba remontar la situación. Para colmo, los problemas de faltas empezaban a ser un punto preocupante para el orientador nacional (Ginóbili, Nocioni, Oberto).
Karl ordenó presionar más arriba y negar la recepción en el poste alto y cambiar en las cortinas por línea de fondo, lo que le dificultó la ofensiva flex a la selección. Del otro lado, Paul Pierce y Jermaine O´Neal empezaron a hacer daño y el margen se redujo a tan solo seis puntos a falta de un minuto para el cierre del tercero.
Luis Scola fue quien se hizo cargo de la ofensiva. Un Scola de tan solo 22 años, que empezaba a mostrar algunos destellos de lo que se convertiría más adelante. El ala pivot, acompañado de un Wolkowysky hiper eficiente, siguieron haciendo daño en la pintura.
La misión de aguantar la contraofensiva norteamericana estaba cumplida, a medida que el reloj corría, los nervios, las malas decisiones y la responsabilidad, empezaron a liberar los espacios para que Argentina atacara con paciencia (Pepe Sánchez fue clave en este sentido).
Argentina apretó en defensa una vez más, llevó a USA Basketball a un 1/7 de campo al inicio del último cuarto y ya no hubo vuelta atrás.
Pases, cortes hacia el canasto y reubicación en los espacios fueron la clave para que EEUU no pueda evitar la sangría en toda la noche. El trabajo colectivo argentino fue mayúsculo, solo Montecchia no anotó de campo y Magnano utilizó a 10 de sus doce jugadores (no vieron acción Leo Gutierrez y Lucas Victoriano).
Argentina cerraba el juego 87 a 80 (dejando a USA Basketball por debajo de los 90 pts) ganándole en casa y rompiendo una racha positiva de más de una década. El mundo del básquet no volvió a ser el mismo y ese 4 de septiembre quedará en los anales deportivos para siempre.