Este lunes comenzamos con la primera parte de la nota realizada a Roberto Seibane en las propias oficinas de la ABB, donde nos contó como fueron sus inicios, la llegada a la Asociación y como fue organizar el sistema de estadísticas y la compilación histórica.
En esta segunda parte nos adentramos en el básquet, en los referentes y en cuál es su visión del deporte madre de la ciudad.
ROBERTO SEIBANE: «ME DECÍAN QUE ESTABA LOCO Y QUE IBA A LARGAR TODO»
¿En qué año llegaste a la ABB y que funciones realizabas?
«El 18 de enero de 1979 ingresé en la ABB. Ahí dejé mis funciones en el Club San Lorenzo del Sud y di una mano con la organización de Sudamericano del 79, más que nada con la cuestión de logística y demás cuestiones inherentes al torneo».
«Después ya me aboqué a otras funciones hasta dedicarme de lleno a la estadística. En esos años se hacían los balances del año y se colocaba día por día lo que ocurría, eso nos sirvió mucho para poder compilar la información histórica. Cuando vi eso, fue el puntapié para lo que podía venir después».
¿Cómo fue compilar la información y acoplarla a la estadística que tenían?
«Nos llevó mucho tiempo. Sabía que tenía la información en La Nueva Provincia y que los encargados de deporte del diario hacían los resúmenes anuales. Fui a la biblioteca y tuve que ir año por año y día a día levantando la información y complementando las estadísticas. Eso me llevó unos 6 años tomando en cuenta que tuve que chequear todo desde el año 1929 hasta el 2007 (en aquel entonces). Paralelamente iba recopilando la información histórica la tenía que ajustar con la estadística que tenía».
¿Cómo fueron esos seis años de proceso?
«Fernando Rodríguez (periodista de LNP) me llevó al archivo de la Nueva en el año 2003 y cuando les contaba lo que estaba haciendo, me miraban como diciendo, “este está loco”. Me preguntaban cuanto me iba a llevar y les decía que el tiempo que sea necesario. Iba cuando podía a la Nueva, a la biblioteca Rivadavia y así fui sumando el contexto a lo numérico. Una tarea muy meticulosa y de paciencia ya que revisé las cosas tres veces».
¿Mientras hacías la recopilación algún hecho te llamó la atención por sobre otro o contradijo lo que sabías?
«Muchas cosas. Mi idea era la de poner el hecho en sí, sin ningún tipo de carga valorativa, ser lo más imparcial posible. El hecho no se puede discutir, pasó y punto. Yo quería dejar registro de eso y tenía que sacarle toda la carga subjetiva natural del periodista que da cuenta del hecho y contrarrestarlo con la información que tenía».
«Por ejemplo, ahí me enteré que la Federación de Provincia de Buenos Aires (estaba acá en Bahía Blanca) cuando se propuso para hacer el Torneo Argentino del 1938, Bournaud ganó la licitación diciendo que iban a jugar el torneo en un estadio que no estaba construido todavía y era ni más ni menos que el Osvaldo Casanova».
La oficina de Estadísticas de la ABB es un lugar casi mítico ¿Cómo fue el inicio del lugar?
Ahí funcionaba la enfermería, después que se desocupó el lugar lo armamos para que sea la oficina de estadísticas. Ahí estaban no solo el sistema, si no también las fichas físicas de los jugadores. Jorge Cabello era el presidente de la ABB en ese momento y siempre nos apoyó, sobre todo porque había que justificar la inversión y el tiempo invertido. Por suerte todo funcionó como esperábamos».
«Lo más duro es siempre el volcar los datos, porque hay que leer las planillas. Muchas veces hay errores, hay que hablar con el planillero o con el club, después corregir y demás. Hay que pensar que la carga sigue siendo manual, por lo que lleva un tiempo».
¿Cuánto tardás en pasar las planillas de un fin de semana?
«Todo depende como estén las planillas, pero generalmente tardo unos dos o tres minutos por planilla y son unas 80 por fin de semana, aproximadamente, por ahí hay algún partido que se recupera, ahora con el COVID fue mucho más complicado todo».
«Es muy importante el registro, porque hay que sumar estadísticas. Los nombres y apellidos de los jugadores y jugadoras tienen que estar bien registrados en la planilla porque después lleva a errores de sumatoria o registro.
«Cuando estaba la revista Zona de Básquet, la mayoría de los datos salían de acá y era muy importante ser lo más precisos posibles porque se publicaba en la revista todos los fines de semana».
¿Por qué Bahía Blanca es considerada la Capital del básquet?
«La realidad es que objetivamente no se sabe. Hay hechos que se consideran históricos que referencian a la ciudad como el primer lugar donde se disputó el deporte en el país y que tuvo sus primeros torneos a principio de siglo XX, acompañada de toda la evolución y crecimiento posterior que llegó hasta nuestros días en cuento a jugadores, logros, entrenadores, clubes, técnicos, árbitros dirigentes etc. Todas estas cuestiones pueden ser tomadas como causantes del título de Capital del básquet».
«Ahora, desde mi punto de vista personal, tengo una respuesta: si vos encontrás una ciudad en el resto del país, de unos 300 mil habitantes, separada por 700 km de los centros neurálgicos de poder, como son Capital y La Plata, que tenga 22 clubes con la infraestructura edilicia y de acondicionamiento técnico que poseen, que tengan un promedio de 3500 a 4000 partidos por año con un promedio semanal de movimiento de 3000 jugadores/as. Si conocés otra ciudad que reúna todas esas condiciones, pasale el título de Capital del básquet».
¿Beto Cabrera fue el mejor jugador que viste?
«No me gusta mezclar épocas ni comparar con jugadores de otros tiempos. Beto fue el mejor en su época sin lugar a dudas. Además, tuvo la suerte de estar en un contexto en el que la camada que lo acompañaba era tan extraordinaria como él. A veces ocurren estas cosas en la historia y esas casualidades o causalidades nos llevan a recordarlos hasta el día de hoy»
Viste en primera persona a Beto y los demás
«San Lorenzo estaba en Primera en esa época y ver a Beto y a los otros monstruos en vivo, aunque sea dos veces por año, era un acontecimiento para un club chico como el nuestro. Recuerdo que una vez De Lizaso estaba lesionado y no había ido a jugar y estaba muy parejo el partido. Lo tuvieron que ir a buscar, el resultado es obvio después de eso» (rie).
Viviste las dos grandes trilogías del básquet bahiense, Fruet, Cabrera De Lizaso y Pepe, Montecchia y Manu. ¿Qué sentiste en ese podio del 2004?
«Fue raro, sabía que teníamos un buen equipo, pero comprendíamos también lo difícil que es lograr una medalla en los Juegos Olímpicos. Yo lo vi a Manu en el Mundial del 98 cuando debutó, estaba el Puma y Juan Espil en esa selección. Pero acá hubo señales, la palomita de Manu contra Serbia y Montenegro, ya es una de esas señales que te dice que algo especial iba a pasar. Después salió todo de manera redonda y cerrar la medalla con los tres bahienses en cancha fue muy emocionante».
¿Sabés si existe algún trabajo estadístico histórico similar al tuyo en el mundo?
«Creo que lo hay, pero a nivel país, a nivel Confederaciones o Federaciones de países. En caso de una Asociación de una ciudad, hasta donde tengo entendido es la única, por lo menos con este desarrollo informativo y estadístico tan extenso. Cuando les presente el trabajo en España, las personas estaban sorprendidas y no lo podían creer».
¿Qué es la ABB para Roberto Seibane?
«Básicamente es mi segunda casa. Más de 40 años hace que soy parte de la Asociación, el hecho de que me quedara cerca de mi domicilio fue un adicional para verla como una parte más de mi. Viví siempre muy cerca de la ABB, eso quiera o no me simplificó las cosas siempre. Podía venir en cualquier momento a realizar cualquier tarea que me quedase pendiente, a dar una mano si se necesitaba».
«Después de tanto tiempo y tanto trabajo uno puede empezar a bucear en cosas importantes, como que tenemos casi ya 4000 jugadores que han participado en la historia del torneo de Primera División, este tipo de datos los podemos tener por el esfuerzo en conjunto que hemos hecho».
¿Qué hechos puntuales recordás como imborrables?
«La verdad es que son todos satisfactorios y buenos recuerdos. Los éxitos deportivos a mi entender son circunstanciales, ganar es importante, pero siempre hay que rescatar el camino. Recuerdo el Sudamericano del 79, el del 99 y muchos eventos más que he vivido acá, pero siempre con mucho cariño».
«Para mi, el hecho de poder hacer lo que me gustaba y estar vinculado a cosas que siempre me hicieron feliz, como el deporte, fueron un verdadero triunfo y lo sigo disfrutando hasta la actualidad. Siempre voy a estar agradecido a todos los que intervinieron de una manera u otra con mi camino en la ABB».
No alcanzan las palabras para describir la importancia de Roberto Seibane para el básquet bahiense. El ingeniero es una de las piedras donde se asientan la historia y la memoria colectiva de la capital del básquet y eso no es poca cosa.