Para entender al Pepe Sánchez dirigente, hay que bucear primero en su vida personal y luego comprender cómo el contexto de vuelta al país y fin de su carrera como deportista, potenció este costado.
LA FILOSOFÍA DETRÁS DEL DIRIGENTE
La fuerte formación académica recibida en Philadelphia en filosofía e historia marca la columna vertebral de su pensamiento como dirigente. Más allá de tener una base humanística, ésta no deja de tocarse todo el tiempo con el pensamiento matemático o su creencia en las ciencias duras aplicadas al deporte.
El haber estado en contacto con estructuras organizativas con lineamientos claros, en el que se fomentaba la creatividad desde un lugar diametralmente opuesto al que tenemos en estos lados de la tierra, influyeron enormemente en sus planteos conceptuales.
Buscando material sobre Pepe Sánchez y su faceta como dirigente, me di cuenta que su formación en Filosofía es fuertísima. Acá hablando como quiere replicar experiencias organizativas para fomentar la creatividad: «En Arg tenemos el mito de que la creatividad proviene del caos» pic.twitter.com/jbVmxFO9Mh
— Andrés Villar (@avillar9) 6 de mayo de 2019
La idea de crear un método, una infraestructura que contenga el todo para generar crecimientos exponenciales del individuo parecen ser la motivación inicial. “Tener al alcance aquello que yo no tuve” en palabras del protagonista.
En una cultura que fomenta el corto plazo y la búsqueda constante del distinto que salve a todos, este razonamiento es diametralmente opuesto y hasta políticamente incorrecto.
“Replicar valores colectivos en la organización”, la idea de “generar un orden estructurante mediante construcción colectiva”, “resignando egos para el bien común” entendiendo el lugar que uno ocupa en pos del beneficio global.
El decálogo de ideas de Pepe Sánchez se puede resumir en estas palabras extraídas de varias ponencias del ex jugador. La creencia arraigada de que el todo es más importante que las partes, es fundamental a la hora de entender su línea de razonamiento.
LA TRANSICIÓN
En el 2010 volvió a la Argentina para “reinsertarse” en la sociedad desde su rol de jugador primero, y de dirigente después, ya abriendo las puertas de lo que él considera un corte fundamental en su vida para continuar con su nueva etapa:
“Estar al frente de un equipo desde la gestión me ayudó a dar un final al Pepe deportista, para tener la mirada de dirigente y no la de jugador”.
La otra parte fundamental para analizar por dónde pasa el fundamente teórico del Pepe Sánchez dirigente, es en su obsesión con la tecnología aplicada al deporte desde la neurociencia, la nutrición, la preparación física, hasta el fomento de intereses externos por fuera de la actividad principal del deportista.
«La neurociencia nos ha enseñado que un entorno positivo ayuda más que otro con castigos. Queremos darles a los deportistas las herramientas para estar aptos mental y emocionalmente para enfrentar lo que se viene y para poder desenvolverse en un ámbito de mucha presión, donde hoy solo sobreviven los más fuertes. Nosotros queremos capacitar. Hacia allá vamos, a crear ese entorno, y nos queda un largo camino».
En ese proceso transicional del jugador al dirigente, se fueron formando las bases y los sustentos ideológicos para luego replicarlos en su próxima etapa. “Es una transición que uno busca para protegerse del impacto que significa dejar de ser jugador de básquet. Es muy duro”.
Otro de los puntos fundamentales para comprender las ideas del bahiense es su creencia en la educación como herramienta formativa integral del ser humano, más allá del deportista de alto rendimiento o profesional. Brindar herramientas para que el jugador pueda defenderse no solo dentro si no también, fuera de la cancha.
¿Pero cómo a replicado toda esta línea teórica en la realidad? Es lo que veremos en el apartado siguiente.
EL PEPE SÁNCHEZ PRÁCTICO
Cuando en 2010, el por entonces jugador se hizo cargo del proyecto Weber Bahía Estudiantes, trató de ir implementando poco a poco aquellas creencias que hemos visto hasta aquí. En una primera instancia tratando de cimentar un hibrido de su formación universitaria en EEUU y un equipo de liga profesional, para luego posicionarse en la formación como fin principal.
“Estudiantes, de por sí, por lo menos el consenso que hemos tenido dentro de la comisión directiva es que no puede hacer ya más liga. Está poniendo en riesgo el patrimonio del club debido a que no se consigue el auspicio necesario, y esto hace que debamos como institución dar un paso al costado en cuanto al básquet profesional”.
Las palabras de Jorge Faggiano, ex presidente de Estudiantes, reflejaban la realidad del club en ese momento en que Pepe Sánchez aparece como gestor del proyecto para que la ciudad mantenga su plaza en Liga Nacional.
“Es un problema generalizado de la dirigencia deportiva argentina: pensamos que los negocios son malos y que al deporte no hay que contaminarlo, entonces los negocios se terminan haciendo por izquierda, como en el fútbol. Y el resultado es que nos quedamos sin nada, sin profesionalismo y sin un buen espectáculo”
Estas últimas palabras del ex base, son una muestra clara de su creencia en la participación hibrida entre el sector privado y las sociedades sin fines de lucro como los clubes. Posición bastante discutida por varios sectores de la sociedad, y que le llevaron muchas críticas por parte de la dirigencia “tradicional”.
Su crítica a la tendencia de “personalizar y buscar conflictos entre clubes que tienen los dirigentes argentinos en general”, llevó a que su accionar en primera instancia esté abocada a dar una estructura colectiva a Bahía Basket, asentando las bases de organizativas con lineamientos claros de lo que pretendía.
Estos primeros años fueron de asentamiento, para pasar a la segunda etapa de su proyecto dirigencial, que es el que estamos atravesando en este momento. Independencia de infraestructura con finalidad claramente apuntada a la formación de deportistas de alto rendimiento en un contexto de competencia deportiva.
LA FORMACIÓN COMO META
La construcción del Dow Center es la parte integral de todo el pensamiento de Pepe Sánchez, porque es la síntesis de su pensamiento expuesto en algo material.
«El sueño estuvo siempre dando vuelta en mí, desde que comenzamos con este proyecto en 2010, pero la génesis podés encontrarla hace cinco años, cuando empezamos con el camino dedicado a la formación de jugadores. Fue un proceso paulatino, aunque hubo un momento en que tuve que jugármela… y cuando vi el respaldo y acompañamiento, ya no dudé. Ni miré para atrás».
El cambio en los objetivos de Bahía Basket, están claros en los lineamientos que está marcando en la actualidad el ex jugador. Su creencia en la educación como valor de crecimiento colectivo a partir de facilitar estructuras organizativas acordes para ello, está reflejado en el proyecto del estadio multipropósito.
“Queremos dar un salto exponencial hacia otro lugar. Seguiremos siendo un equipo de básquet, aunque yendo más allá, buscando ser una usina que transmita qué es un sistema pedagógico, una metodología, qué es enseñar, para que los jugadores sepan cómo prepararse para competir… Porque estas cosas son iguales para un futbolista, un basquetbolista o un jugador de vóley».
El complejo de alto rendimiento tendrá lo que se ha denominado como Bahía academy
“Trabajamos para tener un ecosistema con valores de la Generación Dorada, con amplio conocimiento en alto rendimiento y dentro de una infraestructura de primer nivel mundial. Soñamos con que chicos de todo el mundo vengan a formarse a nuestro centro».
La idea es de: “si ellos pueden ¿por qué nosotros no? Se aprecia en cada decisión que ha tomado Pepe Sánchez como dirigente. Tratar de seguir avanzando y no quedarse en el “momento Kodak” y ser arrastrado por la vorágine del mundo actual, es clave para entender esta constante implementación de ideas y parte de la comprensión del Pepe dirigente.
Fuentes: La Nación, TNT sports, Bahía Basket