Estrella se para ante un 2020 distinto en el que tendrán que superar ausencias de importancia e insertar nuevas jugadoras a su dinámica habitual.
El 2019 dejó un sabor agridulce en el Barrio San Martín, se mantuvo en la élite del básquet de Primera división (llegaron a las dos finales de la temporada) pero cayeron ante el vigente bicampeón en ambas oportunidades.
“Hice un balance de lo positivo que tuvimos el año pasado, porque lo negativo los vimos todos, nos quedamos sin resto y sin juego al final, los cuatro partidos (los dos a mitad de año y al cierre). En el primero de la segunda parte del año, a mi entender el tiro no valía, pero bueno, el segundo nos ganaron bien, porque nos quedamos sin cierre. No hay mucho que reprocharnos” dice Luciano Deminicis, entrenador de las subcampeonas, que agrega:
“A nivel global fue un año positivo porque, pelemos dos finales contra el campeón, no está mal, te deja un sabor amargo porque no ganás, pero si nos vencieron las cuatro veces es que fueron mejores que nosotros” dice Luciano Deminicis, entrenador de las subcampeonas.
Estrella no podrá contar por un tiempo prolongado con Ana Liz Carcas (se operará de los ligamentos cruzados de su rodilla) y Marianella Leal que decidió migrar a Pacífico. Ante esto y la incorporación de nuevas jugadoras, el desafío es importante:
“Las dos chicas que perdimos son irreemplazables, tanto Ana Liz en la base, como Maríanella en la pintura, pero la idea es trabajar bien con lo que tenemos y tratar de disimular las ausencias de la mejor manera posible. Las chicas nuevas deberán integrarse bien para ser un equipo competitivo. Las ausencias son importantes, pero me baso en lo que tengo y no en lo que me falta”, sentencia Luciano, pensando en lo que se viene.
“El dolor más grande es perder a Ana por mucho tiempo, pero tenemos que hacer lo mejor posible para llegar en buena forma para cuando ella se recupere. Ojalá que sea lo más rápido posible, sabemos que va a llevar su tiempo” nos cuenta Guillermina Rial.
La operación de Carcas es algo que la jugadora venía posponiendo en post de seguir compitiendo, pero algo que necesitaba hacer para prolongar su carrera y preservar su salud:
“Lo más importante era que ella tomara la decisión. Nosotras además de ser sus compañeras de equipo somos su amiga y queríamos verla bien. Sabemos lo que sufre el día a día y era algo que tenía que hacer” dice Guillermina.
Sin su base y pivot titular, la pregunta al entrenador cae de maduro ¿Se mantendrá la idea de juego o habrá variantes?
“La idea es seguir apostando a los pases, pero tratar de que la pelota sea compartida. No tenemos una base definida: la van a llevar entre Agustina Rodríguez y Bernardita Marcocci, intentando pasar más la pelota. Las chicas que no tomaban tantas decisiones el año pasado lo deberán hacer este. Creo que lo más importante es eso, que ellas tomen las responsabilidades que tomaban Ana y Marianella”.
Desde el lado de las jugadoras de Estrella la visión se comparte sin perder la esperanza de continuar siendo protagonistas:
“Un poco ansiosa por empezar, con muchos cambios en el equipo. De mi parte creo que lo que hace a un buen equipo es un buen grupo y la verdad que con las chicas estamos muy fuertes y contentas con las nuevas incorporaciones, que no son tan nuevas, porque ya las conocíamos.
“El objetivo de esta primera parte es que cada una de un paso al frente para disimular la ausencia de a Ana lo mejor posible, sabemos que es imposible, porque Cata es una diferente, pero bueno, cada una va a tener que tomar mayores decisiones y responsabilidades. Tanto Bernardita como Agustina creo que están a la altura de las circunstancias para hacerse cargo del traslado de la pelota y armar el juego del equipo” comenta Rial.
Las lecciones aprendidas en el 2019 llevaron a que se tomaran decisiones en cuanto a la incorporación de un preparador físico al plantel que puede solventar la merma física que sufrieron en los cierres de partidos:
“Pasar de una sobreactividad a no hacer nada no me hizo bien, pero ahora con los entrenamientos ya me siento mucho mejor. Ese es otro de los objetivos para este año, no llegar a final de campeonato como lo hicimos el año pasado en que todas estábamos tocadas en lo físico. En mi lugar las finales las disputé en un estado que no era el óptimo, por eso esta vez quiero llegar entera para poder lograr el objetivo”.
“Tenemos un preparador físico (Lautaro Garcés) eso nos va a dar una mano gigante. Algunas de las chicas que se sumaron hacía mucho tiempo que no jugaban y poco a poco se están poniendo a punto desde los basquetbolístico, así que esperemos llegar de la mejor manera al inicio”, finaliza Guillermina.
Estrella sumó para esta temporada a Felicitas Garayzar (pivot) (ya entrenó hace unos años en la institución), Guillermina Ríos, que es de punta alta y Marina Lupi, que es otra chica rosaleña que jugó en estrella en el 2016.
Meter a las nuevas jugadoras en una dinámica tan aceitada como tiene Estrella es uno de los grandes objetivos para el entrenador para lo que se viene, entre otras cuestiones:
“La Primera División está cada vez más pareja. Se está trabajando bien, tanto las chicas de Pacífico, como las de 9 de Julio y Estudiantes están evolucionando, subiendo de nivel y emparejando el juego. Noto un crecimiento del básquet femenino en general, avanzando poco a poco y eso es muy bueno para todas y todos”.
“Nosotros tenemos la idea de ser un equipo que compita y después ver para que estamos, porque la realidad es esa, no sé cómo vamos a asimilar las ausencias que tenemos este año y ver de qué forma se desarrolla el campeonato ya que también no sabemos cómo van a jugar las demás y cómo se van a complementar las chicas nuevas”.
Muchos desafíos para el conjunto del barrio San Martín que intentarán mantenerse en lo más alto y seguir compitiendo a alto nivel una vez que regrese la actividad, tras el parte obligado por el coronavirus.