El 31 de mayo del 2000 no es un día más en la historia del básquet argentino: Pepe Sánchez se convertía en el primer argentino en jugar en la NBA.
Fue por tan solo minutos y cuando nadie lo esperaba. Pero claro está que ni el destino ni una varita mágica lo puso allí. Pepe se puso el mismo, con su talento y su intelecto.
La realidad es que no estaba en los planes de los argentinos que Pepe entre a la cancha aquella noche, todos los ojos estaban puestos en Ruben Wolkowyski que lo terminó haciendo minutos más tarde.
Pero antes, el base formado en El Nacional y Bahiense del Norte recibió la noticia de que iba a integrar el banco de los Philadelphia 76ers, equipo que lo había fichado tras jugar cuatro años en la Universidad de Temple.
A medida que fue pasando el partido y que los Sixers ampliaban aún más la ventaja ante los Knicks, Larry Brown decidió mandar a la cancha al argentino restando 3m04 y con una ventaja de 30 puntos.
Fiel a su estilo, Pepe repartió dos asistencias a Todd MacCulloch en esos 3m04 marcando así un hito histórico en el deporte nacional.
«El día de mi debut fue muy especial, en el Madison. Ser el primer argentino jamás lo había ni siquiera pensado. La NBA era un sueño pero que ni siquiera se soñaba, era un sueño ir a ver un partido de la NBA, no jugar en la NBA» recordó Juan Ignacio para NBA Latam.
No fue casualidad ni un hecho azaroso del destino que Pepe Sánchez, ese joven inteligente y talentoso nacido en la capital del básquet argentino, haya sido el primero en lograr algo que venía siendo esquivo para los de nuestras latitudes.
Pepe eligió el camino que pocos hubieran tomado en esa época. Priorizó su formación deportiva y profesional en una universidad estadounidense, cuando la mayoría elegía la Liga Nacional para dar el salto a Europa.
Tras tan solo dos años como juvenil en la máxima competencia argentina, un video que José Luis Pisani le envió al entrenador John Chaney bastó para que la Universidad de Temple le ofreciera una beca.
Allí jugó cuatro temporadas, completó 116 partidos, con promedios de 36,1 minutos por juego, 8,5 puntos, 5,9 asistencias, 4,8 rebotes y 3,1 recuperos (fuente La Nueva.). Además, se recibió de licenciado en historia.
Y a pesar de haber sido el base referente de su equipo, ninguna franquicia de la NBA lo eligió en el Draft del 2000.
Las ofertas del básquet europeo no faltaron, pero Pepe tenía bien en claro que su objetivo estaba en la NBA. Rechazó los llamados del viejo continente y se quedó en Philadelphia para sumarse a los Sixers.
No fue el destino. Fueron años de trabajo, talento y decisiones claras que llevaron a Pepe Sánchez a ser el primer argentino en pisar la NBA y una leyenda que habla por sí sola.
Fotos: La Nueva, NBA Latam.