Luego de más de un año de parate por la pandemia de COVID-19 el campeonato de Primera Femenino retorna con incorporaciones, bajas y muchas ganas por parte de las protagonistas.
PRIMERA FEMENINO: HISTORIA RECIENTE, MODIFICACIONES Y FORMATO
El Nacional, vigente bicampeón defenderá su título, conseguido en 2019. Desde la vuelta del torneo de Primera Femenino en el año 2014, Independiente (ya no participa) logró cortar las redes en (14, 15,16). En 2017 fue el turno de Estrella, mientras que los últimos dos fueron del Celeste.
La estela del éxito se puede seguir desde el viola a El Nacional ya que Viviana Albizu y su base de jugadoras encabezadas por Nadia Vrizz, Belén Tombesi y Josefina Calvento son el hilo conductor en sus cinco títulos.
En esta edición, Leandro N Alem, con la conducción de Mauro Lacerenza se sumará a la competencia para unirse a 9 de Julio, Pacífico, Estudiantes, Estrella, Sportivo y El Nacional.
El torneo contará con dos rondas, todos contra todos, en la que quedará un equipo libre por fecha. En la primera será el recientemente incorporado Alem, mientras que Pacífico enfrentará a Estrella, El Nacional lo hará con Sportivo Bahiense y 9 de Julio se verá las caras con Estudiantes.
El tricolor de calle Alvarado ha cambiado de entrenador y ahora contará con la conducción de Fausto Pertuzzo, mientras los demás equipos mantienen a sus entrenadores de 2019.
La definición del torneo de Primera Femenino será entre los mejores cuatro y contará con ventaja de campo para los mejores posicionados en Playoffs al mejor de tres.
Solo queda esperar que la pelota vaya al aire este domingo a partir de las 19 horas y empezar a dirimir quien se impondrá en este 2021.
LAS VOCES DE LOS PROTAGONISTAS
Fuimos en busca de los entrenadores y jugadoras para saber algunas cuestiones ligadas al año de parate, las expectativas del retorno y la actualidad de cada uno de los equipos de cara al inicio del torneo.
Consultados por el impacto del receso por la pandemia de COVID-19 las respuestas han tenido un denominador común que pasa por la falta de rodaje, las implicancias físicas a que llevó el cambio en los entrenamientos durante la cuarentena y la ansiedad por volver a las canchas.
“Creo que nos afectó es el contacto con el otro, el roce de juego. Estuvimos mucho tiempo sin jugar,y cuando pudimos volver a las cancha los primeros meses no teníamos contacto con el otro y en el momento que pudimos empezar a jugar 1vs1 fue lo primero que se notaba (esa falta de juego) y roce con el rival”, analiza Georgina Fornetti, entrenadora de Estudiantes.
“La verdad es que ha influido de manera negativa porque las jugadoras de nuestro plantel son grandes, estuvieron mucho tiempo paradas, hicieron cosas individualmente, pero un año sin entrenar de manera tradicional es demasiado. Todos los equipos estamos en la misma, así que esperamos que no sea costoso desde lado de lesiones y demás cuestiones basquetbolísticas”, comenta Luciano Deminicis, coach de Estrella.
“Hasta que no empecemos a jugar el análisis va a ser un poco complicado para entender cuanto impacto tuvo este año sin actividad. Lo bueno que hay que rescatar es que las chicas tienen muchas ganas y con eso intentaremos compensar un poco la falta de rodaje” , dice Viviana Albizu, entrenadora de El Nacional.
La preocupación de jugadoras y entrenadores pasa por recuperar la dinámica de competencia, perdida durante el tiempo de cuarentena total y la repercusión que ha tenido el tener que modificar la manera de entrenar debido a los protocolos durante la fase 3.
Paloma Vecchi, una de las referentes de Pacífico nos comentaba al respecto:
“Fue un año muy difícil, tanto a nivel anímico como deportivo, ya que estaba acostumbrada a entrenar y a jugar, y de un momento a otro dejar la cancha para empezar a entrenar en casa fue muy complicado y estresante, pero por suerte pude acostumbrarme a eso e intenté no perder la motivación. Tampoco dejé de entrenar para no perder el ritmo. Hoy en día estamos entrenando en cancha y sigo con las mismas ganas de jugar”.
“En lo personal fue un receso difícil. Arranque muy motivada entrenando desde casa como se podía, sobre todo la parte física y lo que es manejo de pelota, que me ayuda mucho a mejorar mi juego individual. Después de mitad de año y con futuro incierto, sabiendo que no volvíamos ese año a la cancha, esa motivación se fue perdiendo por lo que deje la pelota un poco de lado y traté de mantenerme lo mejor posible físicamente para la vuelta”, sentencia Agustina Kenny, jugadora de Sportivo.
“El estar sin competencia y entrenando mucho tiempo desde lo individual y algunos conceptos de juego grupal son las principales carencias. En eso es en lo que más estamos trabajando, para poder elevar el ritmo de juego y afianzar algunos conceptos básicos de juego colectivo. Con la vuelta de la competencia eso se irá subsanando”, comenta Bruno Sagripandi, entrenador del verde.
ALEM Y LA BUSQUEDA DE COMPETENCIA
El caso de Alem es particular, porque inicia esta experiencia nueva con un grupo reducido de mayores y muchas chicas que tendrán su bautismo de fuego en Primera División y en este caso, las expectativas pasan por otro lado.
Mauro Lacerenza comenta los objetivos a corto plazo:
“La adaptación a la categoría nos va a llevar un tiempo. Es un equipo nuevo y solo tengo tres mayores, pero hace un tiempo que no compiten y están retomando el ritmo de juego. Apostamos a las más jóvenes. Para ellas el desafío es el doble, porque tendrán que ir entendiendo como se juega en las categorías superiores”.
“Mi primer objetivo para esta parte del año es encontrar esa adaptación lo más pronto posible. Entiendo que estamos muy atrás en ese aspecto, pero nuestros objetivos son más de formación y de acumulación de experiencia a la Primera División”, cierra el coach.
En tanto Alondra González una de las más experimentadas del plantel deja su parecer sobre lo que se viene:
Al equipo lo veo bastante bien, con muchos nervios, que son lógicos ya que la mayoría no debutó o jugó muy pocos partidos en Primera, pero con muchas ganas de hacer un buen torneo. Mi idea es poder incorporar a las mas jóvenes al juego de Primera y así estar al nivel de los otros equipos”, afirma Alondra.
LOS QUE QUIEREN DAR EL SALTO
Estudiantes, Pacífico y 9 de Julio son los equipos con camadas gobernadas por las más jóvenes y vienen creciendo a nivel basquetbolístico en miras a poder disputarle el lugar de supremacía a El Nacional y Estrella. Tanto entrenadores como jugadoras ponen foco en la búsqueda de ese siguiente paso.
“En cuanto al equipo nos vamos entendiendo cada vez más, vamos creciendo en confianza tanto individual y en lo colectivo. Eso es bueno, así que creo que podemos estar cerca del podio, tengo mucha confianza. Nuestro objetivo es poder llegar lo más alto posible en el campeonato y tener una buena valoración en el torneo”, comenta Ailín Larrosa, base del albo.
“La expectativas para este torneo, es seguir el hilo de crecimientos en relación a nuestro juego del 2019, dónde hicimos un salto de calidad a mi parecer por el lado de entender por dónde pasaba nuestro juego. La idea es seguir haciendo hincapié en manejar nuestros ritmos y en salir a la cancha enfocadas desde el minuto uno”, dice Emilia Fernández, del 9.
“Se que será un torneo parejo, dónde los equipos estamos en un nivel similar, todas con muchas ganas de salir a la cancha y sacarnos la ansiedad acumuladas, así que espero que podamos desatar nuestra mejor versión, afianzarnos como equipo y crecer en los basquetbolístico, sobre todas las cosas”, concluye Fernández.
“Afianzar la idea de juego que queremos imponer y confiar en que el camino es ese. Además las más chicas van a tener que tirar del carro este año y deben tomar el protagonismo necesario para que la idea de juego se efectivice. Somos conscientes de que hay un par de equipos que están por encima del resto, pero queremos meternos en la conversación y lo vamos a lograr en la medida que tengamos una mejora continua”, afirma Sagripandi.
EL NACIONAL Y ESTRELLA QUIEREN MANTENER SU LUGAR
El Nacional y Estrella se han quedado con los últimos tres torneos de Primera Femenino, poseen los planteles más experimentados y con mayor roce. Conscientes del crecimiento exponencial que han logrado los otros equipos, no quieren dormir en los laureles y quieren refrendar lo cosechado hasta el momento.
“Las expectativas para nosotras es el campeonato, pero también el mejorar en cuanto a lo grupal y al crecimiento de las demás. Queremos avanzar en cuanto al apartado táctico sobre todo a algunas cuestiones que todavía no estamos ejecutando como deberíamos. Mi idea es poder aportar para el equipo lo mejor de mí, sumar al grupo desde el juego, la experiencia, las ganas y guiar a las más chiquitas que se van sumando al plantel. Esto último me gusta y me motiva mucho porque nos da continuidad y recambio”, comenta Nadia Vrizz, goleadora del torneo de Primera Femenino en 2016 y 2017.
“El inicio de este torneo lo vivo con mucha ansiedad, por mas que sea un «torneo de prueba» todas tenemos las mismas ganas de volver a estar adentro de una cancha. En cuanto al equipo, como todos saben estamos esperando ansiosas que Ana Liz (Carcas) se recupere y pueda volver, mientras tanto entrenando con todo para que su ausencia no se note. Somos un plantel corto, pero estamos con muchas ganas de volver a jugar y vamos a dejar todo adentro de la cancha” dice Guillermina Real, goleadora en 2018.
La ausencia de Ana Liz Carcas (última goleadora de Primera Femenino con 351 puntos) es una baja sensible para el subcampeón Estrella. La base catamarqueña se está recuperando de una operación de ligamentos cruzados y volverá a mediados de este 2021.
“Ana ha tomado una decisión fundamental para su vida y su futuro y lo más importante es que vuelva bien. Lo ideal para nosotros, sabiendo el peso que tiene para nuestro juego, es que sus compañeras empiecen a tomar mayor responsabilidad en ofensiva. Esto es lo que necesitamos para que el equipo juegue un poco mejor. Sabemos que ella tarde o temprano va a volver y que no se va a olvidar de jugar, el tema es que las demás abracen la responsabilidad. Si sus compañeras dan un paso al frente en su vuelta todo va a ser más sencillo y orgánico”, comenta Deminicis.
Por otra parte, el campeón espera refrendar los pergaminos conseguidos hasta el momento, manteniendo la base de años anteriores y sumando elementos de sus divisiones inferiores para ir consolidando un recambio generacional inevitable.
“En un primer momento vamos a tener que trabajar mucho con la paciencia y el ritmo, porque como decía con anterioridad la falta de ritmo y de competencia seguramente nos lleve apresurarnos y tomar malas decisiones. En los amistosos que hicimos se vio que están muy aceleradas, que se apresuran en la toma de decisiones. Va a ser clave ser pacientes y usar más el reloj y tratar de poco a poco recuperar el apartado físico y basquetbolístico”, afirma Viviana Albizu.
“Los objetivos son los mismos de siempre, ser competitivas cada domingo, llegar lo más alto posible, en el campeonato. Partido a partido deberemos mejorar en miras de alcanzar el campeonato que es lo que todas queremos”, concluye Albizu.
Todo está listo, las protagonistas quieren saltar al campo de juego y la ansiedad recorre cada plantel de la Primera Femenina, este domingo inicia el torneo superior y con él, la ilusión de siete planteles y cuerpos técnicos. ¡Que el juego comience!
Estadísticas aportadas por Roberto Seibane.