Este 28 de enero el Osvaldo Casanova cumple 81 años de vida y les traemos una pequeña semblanza sobre el símbolo edilicio del básquet bahiense.
La construcción del Casanova
Pocos estadios en la Argentina pueden vanagloriarse de tener tanta historia como el Osvaldo Casanova, a través de sus 81 años de vida “La Catedral del básquet” tuvo innumerables eventos dando cobijo a Estudiantes, la selección de Bahía Blanca, Argentina y demás.
Inaugurado en el año 1939 con un encuentro entre River Plate y el Club Estudiantes, el recinto contaba con un piso de ladrillo molido, tableros de madera y carecía del maravilloso techo construido años después.
El encargado de la obra fue el arquitecto Manuel Mayer Méndez y rubricado por el cementista Manlio Fioravanti. El presidente del momento, quién rubricaría su nombre en el estadio, llevó a cabo el desafío de plasmar una estructura impensada para los años que discurrían.
Años más tarde, más específicamente entre 1958/59, se cerró la base con un techo con cubierta suspendida que era inédita para el momento. Las limitaciones edilicias del lugar, sumado a la estructura base hicieron que se tomara la decisión de implementar este característico techo.
El techo, una obra de arte arquitectónica
Articulaciones, tensores, losetas y un esqueleto adicional para absorber la succión del viento formaron parte de una obra maestra de ingeniería. El trabajo se realizó en 170 días hábiles, cubriendo 1800 metros cuadrados.
Esta particular idea fue propuesta por los ganadores del concurso abierto que realizó el club: los ingenieros José N. Distéfano y Ricardo Arrigoni y el arquitecto Pedro Doiny Cabré.
El Osvaldo Casanova fue el primer estadio cerrado de la ciudad y fue reconocido como sitio de interés cultural e histórico de la ciudad de Bahía Blanca desde el 2007.
Su primer piso de parqué se inauguró 3 de marzo de 1967 convirtiéndose de esa manera en el lugar ineludible para los eventos de renombre e importancia de la ciudad.
Estudiantes y Olimpo dieron el salto inicial en competencia de Liga Nacional en dicho recinto el 25 de septiembre de 1985, antes había desparramado su talento la camada de oro del básquet bahiense con figuras reconocidas por todos como: Alberto Cabrera, Fruet y De Lizaso.
En años más recientes pasaron campeones olímpicos y jugadores de renombre mundial como Magic Johnson. También dio alojo a Bahía Basket hasta su partida al Dow Center y en la actualidad es el lugar donde desempeña sus partidos de local Villa Mitre en la segunda categoría del básquet argentino.
Ninguna cancha en la capital del básquet guarda más recuerdos que el Osvaldo Casanova, por eso hoy y siempre será denominada como “La Catedral del básquet”.