Juan Alberto Espil, para muchos el mejor tirador de la historia del básquetbol argentino, se retiró del básquetbol a los 44 años de edad el 18 de abril de 2012.
Fue durante la derrota en cuartos de final de Bahía Basket, su equipo, ante Peñarol de Mar del Plata por 88-67 en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.
Aquella noche, Espil convirtió tres puntos en 19 minutos disputados, alcanzando al cifra de 12472 unidades convertidas en la Liga Nacional, detrás de Héctor Campana (17.359) y Julio Ariel Rodríguez (16.252). Cabe recordar que el escolta bahiense estuvo once torneos fuera de la Liga al desarrollar su actividad en el básquetbol europeo.
Espil, el escopetero bahiense, tuvo una carrera sin fisuras, y gracias a su excelente comportamiento dentro y fuera de la cancha logró extenderla en el tiempo para regalarle a todos los fanáticos del básquetbol argentino destellos de talento hasta sus últimos días como jugador.
«Me voy muy tranquilo. Siempre busqué lo mejor y ser competitivo», dijo Espil, nacido como jugador en Liniers, con paso por Estudiantes, GEPU, Atenas, Obras Sanitarias y Boca en el profesionalismo argentino previo a su último periplo en Bahía Basket, club al que regresó tras un brillante paso por el básquetbol europeo que incluyó equipos instituciones de altísimo nivel como TAU Cerámica, Aeroporti Roma y Joventut de Badalona, entre otras de relevancia.
En su último partido, disputado en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, Leo Gutiérrez le entregó el balón del juego como homenaje a su brillante trayectoria. El público local le entregó un cálido aplauso que fue broche de oro para una carrera inolvidable.
«Es un placer esto, porque siempre que se juega de visitante siempre es difícil. Me voy con este recuerdo», dijo Espil. «Les agradezco esta despedida, cuando volví dije que me trataron bien en todas las canchas y esto no fue excepción».
Jugó 589 partidos en Liga Nacional y tuvo un promedio de 21.2 por partido. Fue tres veces en máximo goleador, una con GEPU (1992/93) y dos con Atenas (1994/95 y 1995/96).
Además, fue MVP de las Finales que ganó con GEPU y reúne 1.751 triples convertidos en el torneo doméstico. En la temporada 95-96, Espil convirtió en total 1782 puntos, lo que terminó siendo el máximo récord de puntos de un jugador en una temporada.
En ACB convirtió 4065 puntos en ACB, 490 en LEB y 542 en la liga italiana. Fue subcampeón ACB (Tau Cerámica 1997-98) y ganó una Copa del Rey (Tau Cerámica 1998-99).
De todos modos, una de las cosas que más se recuerdan de Espil -y se recordará siempre- es con la camiseta de la Selección Argentina, cuando el 1° de julio de 1992, en el Preolímpico de Portland, anotó una bandeja volada surrealista contra la defensa de Michael Jordan, en el partido que enfrentó a los albicelestes contra el Dream Team.
Bahía Basket le realizó un homenaje inolvidable que finalizó con su camiseta colgada en el techo del estadio Osvaldo Casanova, el estadio que lo vio nacer y finalizar su actividad como profesional.