Mariano, ya retirado, repasó su trayectoria desde sus inicios en Olimpo hasta ser un símbolo del ascenso. Anoche fue homenajeado en Estrella.
La carrera basquetbolística de Mariano Trellini dio varios giros desde los cinco años -cuando su tío Roberto Ojunián lo llevó a Olimpo- hasta el 26 de diciembre último, cuando con Estrella salvó la categoría en el tercer cotejo de la Promoción ante Sportivo.
En el medio pasaron otros siete clubes en los que el Chino fue moldeando su juego, desde tener «un rol netamente defensivo» a ser el goleador de su equipo en varias temporadas.
«No me arrepiento de la decisión. Tenía que evaluar muchas cosas, la familia, los proyectos y todo lo que me he perdido por tantos entrenamientos y partidos. Son muchas cosas las que he dejado de lado por el fanatismo y las ganas de picar la pelotita. No me va a dejar de pasar el hecho de tener ganas de jugar, pero ahora voy a provechar para hacer lo que en otro momento no pude hacer», contó Trellini, distendido, ya sin tener que pensar en el próximo partido.
Luego de su inicio en el aurinegro, lugar en el que permaneció hasta los 18 años, el Chino armó su bolso y recaló en Falcón y España.
«Veíamos pocas chances de tener minutos en Primera y surgió la posibilidad de ir a Estrella con el zurdo García del Río, un amigo de toda la vida», recordó.
En 2003 me llamó Lito Fruet para ir a Independiente, que había ascendido. Estaba (Javier) Musumeci, Hernán Gil, Pancho Caspe, el DT era José Luis Pisani. Fue mi primera experiencia en Primera y yo tenía un rol netamente defensivo. Muchas cualidades físicas, imaginá que me pude mantener hasta los 40… Era una maquinita de correr», contó Trellini.
En el viola permaneció dos campañas, hasta que Villa Mitre posó los ojos en él.
«Me llamaron en 2005, cuando empezaban a querer ser protagonistas. Ese equipo se armó casi de cero y llegamos a la final con Olimpo. Pero en el primer cuarto de la primera fecha, contra Liniers, me rompí los ligamentos de la rodilla derecha. Me operé en junio, me recuperé en cuatro meses y volví para la última fecha de la etapa regular. Alcancé a jugar, pero pocos minutos», se lamentó.
«En 2009, en San Lorenzo, hicimos una campaña terrible. Ya en 2010 tomé la decisión de seguir en Segunda y volví a Pacífico. En Napostá también tuvimos un equipazo y en Barracas, salvo cuando me rompí la otra rodilla -en 2013-, terminamos haciendo buenas campañas. Y llegó el desenlace. A mitad del año pasado -resumió- nos empezó a ir mal en Estrella y terminamos sufriendo, pero por suerte zafamos porque no hubiese sido la mejor manera de retirarme».
-¿Cuál fue tu mejor versión?
-Para mí fue la de San Lorenzo, en 2009. Fue mi primer año con Marcelo (Allende); me entendí muy bien con el grupo, ensamblándome a un equipo de chicos que se conocía a la perfección. Anduve muy bien en el segundo torneo y en los playoffs y me eligieron el mejor jugador de la categoría. Estaba en la plenitud con 29 años y salimos campeones jugando muy bien. Y considerando la edad, 2017 fue muy bueno para mí también, me sacrifiqué y estuve a la altura.
-Y después de repasar tu carrera, ¿qué te quedó como cuenta pendiente?
-En Villa Mitre pude haber tenido un buen año si no me lesionaba (ligamentos). Como cuenta pendiente me quedó salir campeón de Primera y ahí es donde más cerca estuve. Tenía tantas ganas que, creo, me terminé rompiendo porque me pasé de rosca (sic) en la pretemporada. Si no me lesionaba, por ahí cambiaba mi carrera, pero son cosas que pueden pasar y no me puedo quejar de nada.
-¿Sentís que sos un ex jugador?
-Se siente el cambio de estilo de vida, como que me falta algo. Así que voy a jugar la Maxi Liga, je, je…
LOS 851 PARTIDOS DEL CHINO, HASTA SU RETIRO EN ESTRELLA
Trellini dio sus primeros pasos en categorías superiores en 1998, jugando en Estrella (Segunda). Allí, ingresó en 29 partidos y promedió 9,6 puntos.
En el auriazul permaneció durante 1999 (39 pj y 8,5 pts.), 2000 (32 y 13,5), 2001 (27 y 18,9) y 2002 (22 y 20,8).
Transpiró la camiseta de Independiente dos años en Primera: 2003 (38 y 11,1) y 2004 (41 y 12,4).
A continuación fue jugador de Villa Mitre. Antes y después de la lesión, el Chino disputó 19 partidos y anotó 4,7 tantos por juego.
En 2006, Trellini recaló en Argentino, mejorando su condición física y su puntería: 40 partidos y 11,7 puntos.
Luego, regresó a Segunda y terminó siendo un emblema.
Tras pasar por Pacífico en 2007 (45 y 17,5) y 2008 (35 y 20,1), llegó a San Lorenzo para lograr su primer ascenso: 2009, con 52 y 16,2.
Volvió a Pacífico (2010; 56 y 16,1), pasó a Napostá (2011; 53 y 16) y permaneció tres años en Barracas: 2012 (38 y 14,2), 2013 (32 y 9,8) y 2014 (50 y 12,4).
Tuvo un breve paso por Estrella en 2015 (57 y 11,2) y jugó por última vez en Segunda en 2016, en Barracas: 48 y 13,8.
Sus dos últimos años fueron en Estrella. En 2017, con 48 y 9,8 y en 2018, con 50 y 9,3.
MÁS QUE COMPAÑEROS
-Damián Carci. «Aunque en muchos momentos pudo haber parecido lo contrario y sobre todo por la posición en la que juega, con quien mejor me entendí fue con Damián Carci. Siempre me sentí cómodo. Trataba de darme la pelota para dejarme contento».
-Mauro Campaña. “Jugar con Campaña en Napostá fue un placer. Nunca te recriminaba nada y era el mejor del equipo. Si fuera por conveniencia, había que darle todas las pelotas a él. Un señor jugador y un gran compañero”.
-Gastón Diomedi. “Gastón es un amigo. Nuestra relación comenzó en Pacífico, cuando volví en 2010”.
-Mauro Trellini. “Jugué con mi hermano en Pacífico, en 2007, y compartimos un tiempo en Barracas, pero él no jugó. Lo recuerdo como algo especial en mi carrera”.
VARIAS CELEBRACIONES EN UNA
Anoche en Estrella le hicieron un homenaje al Chino, coincidiendo con el 82º aniversario del club.
El auriazul presentó todas las disciplinas que le darán vida a la temporada deportiva 2019 y, a continuación, hubo un partido entre un grupo de amigos de Trellini (jugaron su papá, Rubén y su hermano, Mauro) y jugadores de Estrella contra la Primera, que tuvo también presencia del plantel femenino.
Por Mauro Giovannini / La Nueva.