A una semana del tricampeonato conseguido por El Nacional en Primera Femenino, hablamos con Nadia Vrizz, histórica goleadora de la competición, que decidió retirarse de la actividad competitiva.
NADIA VRIZZ: «EL FUTURO DEL BÁSQUET FEMENINO ESTÁ EN EL MINI BÁSQUET»
Nadia Vrizz es la segunda goleadora histórica de Primera Femenino tras su compañera Belén Tombesi
Referente ineludible del básquet femenino, goleadora histórica de la Primera División y una de las jugadoras más respetadas y admiradas del ambiente, Nadia Vrizz, se retiró en lo más alto y mira hacia adelante.
Nacida en Bahía Blanca, pero con Villa Regina como referencia familiar, la escolta/alera de El Nacional, es la segunda máxima anotadora del Torneo de Primera División desde su vuelta en 2014.
Obtuvo múltiples campeonatos de la máxima categoría y dejó un legado imborrable para sus compañeras y para aquellas que miran la actividad como su forma de vida.
Tomaste la decisión de dejar la actividad. ¿Caíste o todavía estás en el proceso de hacerte a la idea de que no vas a jugar más de manera competitiva?
“La verdad que no sé si caí. Después de ese último partido y festejo del campeonato puse mí cabeza 100% en la mudanza a mí casa, proyecto que hace años tenía y logré cumplir. Creo que cuando vaya a una cancha a ver algún partido de Primera y esté desde una tribuna, seguramente mí cabeza dará vueltas”.
“Lo que si puedo decir es que me siento totalmente tranquila y segura en la decisión que tomé, hace un tiempo lo venía procesando y el motivo no fue por la lesión de mi rodilla, porque entrenando hubiera podido continuar, fue más que nada no poder mantener el compromiso de ir a entrenar hasta tan tarde, después de un extenso día laboral y jugar los domingos, ya que cómo dije en otro momento, quiero disfrutar también de mí familia, que tengo a varios kilómetros”.
Nadia Vrizz en plena acción frente Anahel Maurer (Estudiantes)
Te retiraste con un título más, teniendo que luchar hasta el último momento. ¿Considerás que la lucha es una buena metáfora de tu carrera?
“Creo que la lucha es parte de todas las mujeres que practicamos este deporte, teniendo que afrontar miles de obstáculos para poder hacer lo que tanto nos apasiona. Puedo decir que con el transcurso de los años hemos logrado cambiar muchísimas cosas, pero todo es a paso de hormiga y con mucho esfuerzo”.
“Muchas veces se me hizo difícil continuar. pero creo que la pasión fue más fuerte. La vida es así, una siempre debe luchar por lo que realmente siente y así lo fue para mí con el básquet. Una lesión o varias no es nunca una traba, hay que levantar la cabeza y seguir”.
Sos considerada la jugadora más determinante de los últimos tiempos ¿Cómo tomás ese reconocimiento de pares y rivales?
“Nunca espere tal reconocimiento. En la cancha cuando te dije que me retiraba si el miércoles ganábamos fue porque sentí que ustedes lo tenían que saber después de tanto apoyo que nos dieron en estos años. Pero retirarme así, levantando la copa y con tanto reconocimiento, me emocionó muchísimo. Dirigentes, compañeras, rivales y amigos se acercaron con palabras y abrazos fue increíble y un momento único que nunca voy a olvidar”.
Nadia Vrizz festeja y levanta sus brazos en su último partido como jugadora activa
Si tuvieras que armar un quinteto ideal con vos incluida, ¿Quienes serían y por qué? Pueden ser de distintos años y equipos que hayas jugado.
“Me quedo con el último quinteto, (Paulina Lazar, Victoria Pérez, Aldana Chcair, Belén Tombesi) porque creo que encajábamos perfecto, cada una cumpliendo su rol, éramos muy fuertes en el juego tanto ofensivo como defensivo. Si una no tenía un buen partido, ese lugar lo cubríamos entre las demás. La verdad que lo disfruté muchísimo y lo voy a extrañar”.
Dejás un legado imborrable en la Primera División bahiense. ¿Qué querés ser recordada cuando digan Nadia Vrizz jugadora?
“Quiero que se acuerden bien de mí. La realidad es que trate de hacer las cosas de la mejor manera; el básquet siempre fue y será mí vida, dentro o fuera de la cancha, ojalá haya podido transmitir algo a las más chicas”.
¿Te quedó alguna cuenta pendiente como jugadora?
“Disfruté muchísimo desde mis inicios hasta el cierre. Obvio que me hubiera encantado haber tenido la posibilidad de ir a jugar a Europa (tuvo una oferta de Italia) pero bueno, eran otros tiempos y otra la situación”.
Podés ver la nota realizada a Nadia Vrizz tras la obtención del título
¿Desde la vuelta de la actividad en Primera División estás en lo más alto de la tabla de goleadoras históricas. ¿Qué valores jóvenes vez que pueden seguir tu camino anotador?
“Estar en lo alto de la tabla de goleadoras no fue solo mérito mío, sino también de mis compañeras de equipo. Hoy en día, hay muchísimas jugadoras que siguen ese camino, ojalá sigan enfocadas en cumplir con sus expectativas y sus sueños”.
¿Qué significó Viviana Albizu en tu carrera?
“Si no fuera por Vivi no sé si hubiera llegado hasta acá. No sé que hubiera pasado con el básquet femenino. Es una persona muy importante en mi vida, no conozco persona tan luchadora, fuerte y buena como ella”.
Estás con las más chicas entrenando en Mini Básquet, ¿Crees que ahí está el futuro del femenino?
“Como dijiste, estoy abocada al Mini Básquet y es algo que me encanta hacer. Claro que está ahí el futuro, ojalá todos los clubes de Bahía tomaran el compromiso de incorporar las categorías menores femeninas y crearan el espacio para que podamos seguir creciendo”.
Nadia Vrizz junto a las chicas de Bahía Basket donde entrena a las más pequeñas
Dejás la actividad como jugadora, pero seguís vinculada a la enseñanza ¿Qué es lo que le recomendarías a una niña que quiere jugar a este deporte?
“Lo que recomiendo a las chicas y muchas veces les digo, es que si realmente les gusta jugar al básquet, luchen por sus sueños y nunca bajen los brazos. Sin sacrificio no se logra nada y que disfruten 100% al hacerlo”.
Nadia Vrizz deja un vacío gigante en la Primera División del básquet local, pero también un legado que será recogido por las más chicas para seguir el camino de crecimiento que viene mostrando la actividad y que la ex jugadora de El Nacional ayudó a forjar.
