Continuamos en este segmento de carácter semanal que consta de un recorrido por los clubes afiliados a la ABB en el que mostraremos el trabajo realizado en sus escuelas de Mini-Básquet. Hoy, el Club Pueyrredón.
PUEYRREDÓN AMPLÍA LAS BASES DE MINI BÁSQUET
El equipo de Mini Básquet de Pueyrredón
Poco a poco la actividad está volviendo a cauces normales y el Club Pueyrredón intenta fortalecer sus categorías iniciales. Con más de 60 chicos en la escuelita, dos categorías de Pre-Mini y una de Mini Básquet, el club de calle Darregueira quiere seguir creciendo.
«Estamos con buena cantidad de chicos este año. En Mini veníamos con pocos, pero en este último tiempo se han ido sumando. Hoy llegamos a nueve y con la gran cantidad de Pre-Mini que tenemos, podemos completar la categoría con los que vemos que están para jugar en una superior», dice Augusto Ríos, profe de Mini y Escuelita.
«En Pre-Mini tenemos 25 chicos, que es un muy buen número para esa edad. Además la escuelita está completa en la que tenemos además 6 chicas, sumadas a las dos que hay en Mini. Poco a poco vamos sumando en este apartado».
Augusto Ríos dando indicaciones a sus dirigidos
Los profes a cargo de los más pequeños del club Pueyrredón son: Augusto Ríos (Escuelita y Mini), Ignacio Lupinno (Escuelita) Nicolás Vogel (ayudante), mientras que en Pre-Mini, comparte tareas con el primero, Pedro Pérez Pavón.
Cada institución debe readaptar sus trabajos teniendo en cuenta con el material disponible y en este caso, la escases de Minis fue compensada con una readaptación de la estructura de los Pre Mini.
«Los Pre-Mini los diferenciamos en inicial y avanzado. Estos últimos, son los que nos dan una mano en Mini básquet completando a los nueve que tenemos. La verdad que es para destacar la predisposición de los chicos, porque vienen y entrenan con las dos categorías con mucho entusiasmo y ganas. Vamos variando este grupo para que vayan teniendo la posibilidad de pasar por la experiencia de jugar en la categoría mayor», afirma Augusto.
Las chicas de Mini Básquet en plena acción de juego
La pandemia de COVID-19 es un tema insoslayable a la hora de pensar en las formas de trabajar y sobre todo, en como fue reconvertir la enseñanza de los más chicos. Los tiempos de cuarentena más estricta han pasado, pero no deja de haber sido una experiencia enriquecedora en otros aspectos.
«El año pasado se hizo muy cuesta arriba, la parte de la virtualidad fue dura para todos, tanto para los chicos, como para los profes. Buscamos mil maneras de conectarlos y que siguieran vinculados con el club en la medida de lo posible, haciendo juegos, técnica individual, biclicleteadas, bingos, lo que teníamos a mano para no romper la conexión», sostiene Ríos.
«Este año fue muy raro porque habíamos iniciado muy bien y cuando empezábamos a acomodarnos vino el cierre nuevamente. Al tener la experiencia del año pasado nos organizamos de mejor manera, pero la realidad es que los chicos quieren estar dentro de una cancha de básquet y lo notamos cuando volvimos a los entrenamientos en el club. Teniendo en cuenta eso, desde Pueyrredón tratamos de captar toda esa energía para darles lo mejor».
Los Pre Mini A junto a Augusto Ríos
Los avances en infraestructura actuaron de paliativo durante el tiempo en que solo se podía practicar al aire libre ya que los protocolos exigían esta modalidad. Slums Dunk, la ONG de Bruno Cerella, colaboró con la reforma de la «Cancha 3» a la que se le colocaron los aros, pintura y luces, dando el espacio necesario para estos tiempos que corren.
«Con la vuelta fue un desafío gigante para los chicos y para nosotros, porque los hacíamos entrenar en horarios en que no estaban acostumbrados, por la limitante de cupos por el protocolo, pero las ganas eran tan grandes que se pudo hacer de la mejor manera. El tener la cancha al aire libre nos permitió mantenernos en actividad y es un recurso que nos terminó salvando hasta que pudimos volver de manera tradicional».
Los Pre Mini Iniciales de Pueyrredón
El trabajo de Pueyrredón con Slums Dunk no se limita solo a la cuestión de infraestructura, si no que también aborda otros costados que tienen que ver con la solidaridad, la capacitación y la integración de todas y todos.
«Estamos trabajando en paralelo con la ONG de Bruno Cerella, que nos posibilitó tener la Cancha 3″, además de brindar charlas con los chicos de nutrición, RCP y primeros auxilios y en un futuro está planificadas otras capacitaciones para las menores de Pueyrredón».
«Además, se abrió una escuela de básquet en el Centro San Ignacio Loyola, que está a cargo de un jugador de primera del club con la idea es que los chicos vayan aprendiendo el básquet y se vayan sumando en un futuro. Ya tenemos un chico que está jugando en la categoría Mini, que vino del centro comunitario y sus dos hermanos están en la escuelita del club», finalizó Augusto.
El trabajo no se detiene en Pueyrredón, con una base sólida en Mini Básquet, busca seguir creciendo sin perder de vista el costado solidario e integrador, consolidando su faceta social, como parte fundamental de los objetivos de la institución.
