El 4 de septiembre de 2002 se produjo una de esas epopeyas que marca un antes y un después en la historia. Estados Unidos era un equipo invencible, literalmente, desde la llegada de los jugadores NBA a los torneos internacionales, allá por Barcelona 1992. Tras diez años de competencia, ostentaban un récord de 58 victorias y ninguna derrota.
Sin embargo, todo cambió aquella jornada en la que tuvieron que enfrentarse contra Argentina por la segunda fase de un Mundial.
Juan Ignacio Sánchez, Andrés Nocioni, Emanuel Ginóbili, Alejandro Montecchia, Fabricio Oberto, Luis Scola, Leo Gutiérrez, Lucas Victoriano, Hugo Sconochini, Gabriel Fernández, Rubén Wolkowisky y Leandro Palladino fueron los 12 jugadores que hicieron posible esta gesta enorme de vencer 87-80 a los Estados Unidos con todos sus NBA.
Sin dudas fue un resultado que shockeó al mundo entero por eso recordamos qué dijeron los protagonistas y qué se publicó en aquel momento.
LAS FRASES
“Luis (Scola) dice que él siempre creyó que le podíamos ganar, aunque en mi caso estaba un poco más escéptico y sólo garantizaba una cosa: que íbamos a rompernos el alma. No quería pecar de iluso”, explicó Manu Ginóbili.
“Cuando Rubén (Magnano) nos daba el nombre de quién teníamos que marcar, no sabíamos quién la tenía más difícil en cada ataque. ‘Pero mirá el que te tocó a vos’, comenzamos a bromear entre nosotros, para bajar la tensión”, cuenta Fabricio Oberto.
“Hablé con los jugadores y les transmití un concepto: los imposibles cuestan un poco más pero se pueden dar. También vieron mi predisposición por salir a ganar aunque todos preguntaban si Argentina iba a jugar al 100% pensando en el cruce de cuartos. Uno transmite confianza. Y en la cancha son cinco contra cinco”, afirmó Rubén Magnano.
“La charla de Rubén nos hizo creer. Cuando planteaba cómo jugarles, nos empezamos a mirar uno al otro y nos propusimos ganar el partido. Por lo menos intentarlo. Nadie había podido con los NBA”, expresó Leandro Palladino.
“Nos codeábamos con los muchachos y decíamos: `Che, vamos 10 arriba y no reaccionan; llevamos 15 de ventaja y seguimos. ¿Cuándo se van a enojar estos tipos?”, contó, tiempo después, Andrés Nocioni.
“Tuvimos una reunión previa muy emotiva. En el pasillo comenzó la batalla con las miradas de un equipo a otro y se agigantó en el momento del tradicional baile de ellos, porque nosotros respondimos cantando más que nunca, al ritmo de esta es la banda de Argentina”, indicó Lucas Victoriano.
“Le decíamos a Manu que se iba a comer 30 puntos de Paul Pierce, como un método para relajar y no sentir tanto los nervios. En la entrada en calor me enfocó la TV estadounidense, me acerqué a la cámara y tiré en inglés: Hoy vamos a hacer historia”, señaló Alejandro Montecchia.
“Recuerdo que la idea del equipo en ese momento previo era seguir jugando como lo veníamos haciendo, sin cambiar nada en especial, pero teniendo muy claro que estábamos ante un equipo que hasta ese momento había sido invencible”, Oberto.
“Creo que los confundimos con nuestras cortinas y desplazamientos”, expresó Ginóbili. “No sabían qué táctica desarrollar. Había dicho que el único punto débil de los norteamericanos es que no se conocían bien dentro de la cancha”, agregó.
“Teníamos un sueño y lo hicimos realidad para orgullo de nuestro país. Sabíamos que era nuestra gran oportunidad y a medida que el partido avanzaba nos comprometimos con todo, porque sabíamos que era la hora de la verdad”, relató el base bahiense Juan Ignacio «Pepe» Sánchez, factor importante en el triunfo y que por esos días tenía su contrato garantido en los Detroit Pistons.
“Jugábamos muy bien en equipo y no teníamos una figura destacada. Pero siempre podías contar con Manu”, relata Oberto.
“Salimos a jugar al 100% todos los partidos, poniendo una intensidad tremenda y corriendo como locos, aunque estuvieran los NBA enfrente. Ese día nos dimos cuenta de que el equipo iba por el buen camino para lograr cosas importantes”, expresó Wolkowyski.
Pepe Sánchez señaló que temía la gran capacidad de reacción de Reggie en el último cuarto de los partidos. Sánchez añadió: «Transpiré hasta los últimos segundos. Pero cuando faltaban cuatro segundos, nos miramos uno al otro como preguntando ¿puedes creer ésto?”.
“Me saco el sombrero con la Argentina. Nosotros hemos trabajado dos o tres semanas y caímos contra un equipo que jugó un muy buen basquetbol. Perdimos la compostura con su intensidad. Los felicito (a la Argentina) pero también estoy contento porque esto que sucedió nos permitirá a nosotros sacar conclusiones para determinar qué es lo que necesitamos para ganar el campeonato. Mis seis o siete colaboradores me habían dicho lo mismo: Argentina era el equipo que había que mirar. Nos dominaron en toda la línea. Pusieron todo el corazón en la cancha y no me sorprende que hayan ganado”, manifestó, una vez concluido el partido, George Karl, el entrenador del representativo norteamericano.
“El mundo está contra nosotros, todos quieren ganarnos”, (Reggie Miller, escolta de EE.UU.).
“Me siento avergonzado por ser parte del equipo que perdió por primera vez”, (Paul Pierce, alero del Dream Team).
“Argentina demostró que el Dream Team no es invencible. Son seres humanos como nosotros, con un mal día como cualquiera” (el yugoslavo Peja Stojakovic, alero de los Sacramento Kings).
“Se supone, como profesionales que somos, que no debemos perder la compostura por una derrota. Ahora tenemos que salir allá afuera y jugar nuestro mejor básquet. Demostrarle al mundo por qué somos los mejores”. (Elton Brand, alero del Dream Team).
“Vine al Mundial para ganar la medalla de oro y hacerlo sin perder ningún partido. Pero no es avergonzante. Todo es posible en el básquetbol. Es una pena si se dice que es avergonzante, porque todo puede pasar dentro de la cancha”, (Michael Finley, alero del Dream Team).
TÍTULOS DE LOS MEDIOS
“El Dream Team ha muerto. El universo del básquet cambió para siempre el miércoles por la noche. La nación más poderosa en la historia de este deporte perdió un partido”, (ESPN.com).
“El equipo estadounidense es grande en nombre, pero no en resultados”, (The New York Times).
“Ellos son un poco mejor de lo que nosotros pensábamos”, (Baron Davis, base del Dream Team).
“Un golpe escuchado en todo el mundo”, (NBA.com).
“Argentina estremece a Estados Unidos (…) El reinado del Dream Team terminó, la pesadilla comienza ahora (…) Argentina estuvo lejos de sentirse intimidada y, después de superar a los estadounidenses en el primer cuarto, jugaron todavía con mayor confianza y cohesión”, (The Washington Post).
«EEUU sufre la mayor deshonra de su baloncesto. Se presagiaba el imposible pero se erró en el autor de la gesta: la primera no fue Yugoslavia sino Argentina. Por primera vez en la historia del baloncesto, una selección de EEUU formada por jugadores profesionales (de la NBA) cayó derrotada. El lujo histórico correspondió a la invicta Argentina, que fulminó al ‘Dream Team V’ por 87-80 en un memorable partido», (El Mundo de España).