Pasarán los años y el debut de José Atilio Fruet con la Selección Mayor de Bahía Blanca seguirá siendo un hecho histórico. Aquel fue el día en el que nació el amor entre la camiseta de la ciudad y un ganador nato, leyenda de nuestro básquet.
Un 4 de marzo de 1959, Fruet jugaba su primer encuentro con la Selección de Bahía. Fue en una derrota ante un combinado de Buenos Aires por 63 a 59 y la leyenda aportó 9 unidades, pero el resultado no es el punto. El partido se jugó en el Osvaldo Casanova y había sido techado hacía muy poco tiempo. Allí, Lito empezó a escribir una historia de amor que quedará sellada a fuego en Bahía Blanca.
«Dicen que no sabía picar. Dicen… También decían que tenía muchas limitaciones técnicas. Decían… Pero a la hora de elegir, todos lo querían para su equipo. Atilio José Fruet, el ‘Lito’ caudillo de Bahía Blanca, fue un formidable ganador por sobre todas las cosas. No tenga dudas cuando le pidan un caudillo en la historia del básquetbol argentino: diga ‘Lito’, diga Fruet», reza un escrito de Osvaldo Ricardo Orcasitas (ORO) en la revista El Gráfico.
Con la camiseta de la ciudad, Fruet es el cuarto jugador con más Torneos ganados. La leyenda registró 8 consagraciones en 11 presentaciones, una actitud ganadora única. En todo ese tiempo sumó 758 puntos, 16.8 de promedio (segundo goleador histórico).
Lito no brillaba por su técnica. En ese entonces, la magia la ponía Cabrera. Fruet lideraba siempre, no importaba el rival. Y pobre del que se animaba a desafiarlo dentro de la cancha. Su actitud marcó a fuego la manera en la que se juega al básquetbol en Bahía Blanca hasta el día de hoy. Y esa huella vivirá por siempre.
