El entrenador de Leandro N. Alem de Primera División, Mauro Polla, dialogó con la prensa del club sobre lo que dejó el torneo para el verdirrojo tras jugar playoffs ante Liniers. El equipo, los cambios, el protagonismo juvenil y los objetivos cumplidos.
¿Qué balance hacen de la temporada en Primera?
“A manera de conclusión hay que partir de la base que los dos objetivos primordiales, que eran mantener la categoría y acompañar el crecimiento de los chicos que protagonizaban el plantel fueron conseguidos con creces. No caímos entre los cuatro de abajo que jugaron por la permanencia faltando dos partidos logramos clasificar”.
“En todo momento los juveniles protagonizaron ese equipo y algún cadete inclusive. A partir de ahí, muy conforme con la consecución de esos dos objetivos. Lo que más me gusto fue que nos pudimos acomodar a dos planteles totalmente distintos, a dos formas totalmente distintas y creo que por momentos hicimos un buen básquet”.
Tuvieron varias partidas de chicos que pasaron a jugar en otros niveles, ¿cómo manejaron eso?
“Respecto de los cambios abruptos que hubo en el plantel, no hubo ninguna decisión unitaria de mi parte, sino que todo fue hablado y consensuado con dirigentes, cuerpo técnico y el mismo plantel. También teniendo en cuenta que estos mismos chicos que dieron un paso hacia delante, ese paso también se celebró en Alem. Todos buscaron una competencia superior al torneo local (Zapata, Pascual, Cancellarich) y por un lado se lo aplaudía sabiendo que dejaban un hueco en el plantel”.
“Tuvimos la tranquilidad, primero de comenzar a trabajar sabiendo que muchos jugadores se iban a tomar distintas funciones. En eso los mayores que quedaron en el plantel fueron fundamentales, fue en el momento que Lautaro Cavero decidió volver al plantel, lo cual nos dio una cuota de gol que nos estaba faltando. Fue el mismo momento cuando fuimos a buscar a Lucas Lucchetti, quien también nos ayudó muchísimo. Se empezó a forjar otro equipo, otra forma de jugar, quizá con menos vértigo, menos velocidad, con más juego de pases. También nos dio buen resultado y pudimos apuntar a determinados partidos y hacer un cierre de fase regular que nos dejó realmente muy contentos”.
A su vez, se refirió a los últimos juegos de a etapa regular para lograr la permanencia
“Este ultimo plantel que finalizó la temporada se construyó para estos siete partidos que quedaban de fase regular donde claramente teníamos que apuntar a tres o cuatro juegos y que pudimos sacar adelante. Si bien tratamos con el cuerpo técnico que los jugadores sepan la forma de disputa, la tabla de posiciones, cuantos iban hacia arriba, o quien iba a playoffs, creo que ellos no estaban tan preocupados por esa situación sino en el trabajo del día a día y jugar cada partido”.
“Toda esa parte quedó para los más grandes del grupo y entendiendo, sin enojarnos ni frustrarnos, que los más chicos lo toman de otra forma, que es su forma y que obviamente está bien. De hecho hasta el momento en el cual el equipo logra mantener la categoría, que fueron dos partidos antes de la fase regular, teníamos un muy buen funcionamiento y estábamos jugando muy bien. Luego no nos encontró en un buen momento la serie de playoffs, más allá que cruzamos con el mejor de la competencia (Liniers), que aparte nos ganó muy bien. Hasta ese momento, no sé si fue por el grado de tensión que había, que nos hacía estar más atentos al juego pero luego está evidenciado que hubo un bajón y que el equipo no fue el mismo”.
¿Cuáles fueron las facetas en las que creció Alem?
“Todos tuvimos progresos dentro del plantel, obviamente los jugadores, sobre todo los más chicos, el mismo cuerpo técnico, el cuerpo dirigencial por un año más de trabajo. Además por el compromiso con el cual nos tomamos esta temporada, donde en algunos casos, sobre todo los más chicos tuvieron que acelerar ese crecimiento y desarrollo”.
“Tuvieron más minutos, más funciones, más la pelota en la mano, más tiros que lo que pensaban ellos mismo a principio de temporada por las circunstancias que hablamos lo tuvieron que asumir. Todo sabiendo que iban a ver muchos equívocos, muchos errores, pero convencidos de que esa es una forma de crecer. Es tolerar ese error, recapacitar, verlo en video, entrenarlo, hablarlo”.
“Muchas veces los jugadores crecen a partir de esos errores, y siempre buscando el equilibrio sabiendo que esos equívocos podían ser dañinos para el equipo o eran parte natural del desarrollo. Había mucha comunicación con los jugadores, mucha charla acerca de diferentes acciones, diferentes roles y creo que cada uno fue ocupando un lugar muy importante, siempre muy bien acompañado de los mayores como Walter, Alan y Lucas, luego con la ficha U21 de Santiago Loos y la baja muy importante de Felipe (Mandolesi) que era nuestro capitán en ese momento y ojala tenga la mejor recuperación”.
Fuente: José Fiebig / Prensa Alem