Continuamos en este segmento de carácter semanal que consta de un recorrido por los clubes afiliados a la ABB, en el que mostraremos el trabajo realizado en sus escuelas de Mini-Básquet. Hoy: el Club La Falda.
MINI BÁSQUET EN LA FALDA
El frío no es excusa para los chicos y chicas de La Falda que entrenan todas las semanas en La Caldera para poder aprender los fundamentos del Mini Básquet. La institución de la banda roja está en pleno proceso de crecimiento y restructuración y sus categorías iniciales son una muestra de ese crecimiento.
«En Escuelita contamos con aproximadamente 35 chicos/as y tenemos dos profes: Diego Conti, que es el entrenador, y Sebastián Ranieri, el ayudante. En Pre Mini contamos con 15 chicos/as estables y estoy a cargo del mismo, como del Mini Básquet. También estamos formando un Mini Femenino, que está en pleno proceso de desarrollo y está a cargo de Catalina Curto, que es profe de educación física», dice Ignacio Elorriaga.
«La Falda es un club que está en pleno proceso de reconstrucción de su proyecto de básquet. Este es mi cuarto año en la institución. Tuvimos que hacer un trabajo desde cero, porque muchos chicos/as se habían ido. Hubo que hacer un plan de reclutamiento y trabajar con lo elementos que contábamos por entonces».
La Falda comenzó hace unos años, bajo una nueva dirigencia, este proceso de reconstrucción de su proyecto de básquet que incluyó la vuelta a la competencia en el básquet superior de Ascenso. Sus categorías iniciales necesitaron, también de una refundación y de un arduo trabajo de reclutamiento para poder acercar a los niños y niñas una vez más al club.
«Con los chicos y chicas que teníamos, iniciamos un proceso muy lento, para que vayan volviendo al club aquellos que se fueron y que se acerquen nuevos, sabiendo que acá íbamos a proporcionarles un lugar para que puedan practicar, ejercitarse y divertirse», indica Elorriaga.
«Este trabajo de hormiga es algo que no se ve a simple vista, pero que poco a poco está dando sus frutos, pese a las limitaciones que tenemos por ser un club chico abocado al aspecto social».
«Contamos este año con muchos chicos/as que están iniciándose en el deporte, con muchos problemas motores, de coordinación y de entendimiento de las cuestiones básicas del básquet. Poco a poco, vamos trabajando para que vayan incorporando dichas cuestiones y sumando habilidades claves para el deporte».
El diagnóstico de los entrenadores/as de Mini Básquet es un punto de encuentro; el sedentarismo, las distracciones digitales, su incremento con la pandemia de COVID-19 y el paso atrás en la coordinación y la motricidad es quizás el punto número uno a combatir desde la enseñanza.
«Las grandes limitaciones que detectamos en La Falda pasan por el sedentarismo de la vida actual, las tentaciones de los placeres digitales (video juegos, celulares y demás) que atentan contra la coordinación y la preparación física en una edad clave como la del Mini Básquet», dice Ignacio.
«Por este motivo, intentamos que se trabaje puntualmente en ejercicios para contrarrestar estas cuestiones, hacerlos conscientes de sus cuerpos y que aprendan el deporte, siempre con el objetivo del club que pasa más por formas personas que por la competencia en sí».
«Si bien nuestro objetivos en Mini Básquet es formar jugadores/as de básquet, lo hacemos pensando en el colectivo, en la incorporación de valores de grupo, de compañerismo, de conjunto. Queremos formar personas con valores deportivos, eso es para nosotros lo más importante».
En una ciudad como Bahía Blanca, donde las realidades son diferentes y los contextos donde se enclavan los clubes cambian según el contexto social y económico, los objetivos de las instituciones varían de manera sustancial. En el caso de una institución como La Falda esto se aprecia y se trabaja en base a esto.
«Complementar los valores que los chicos/as traen de casa, con la solidaridad, el compañerismo, la responsabilidad individual y colectiva, son cosas que son parte del básquet y que en Mini Básquet se absorben para la vida y el deporte», afirma Elorriaga.
«Tenemos que dar un buen servicio educativo en la parte deportiva, eso es lo principal para nosotros como formadores. El básquet es un deporte complejo de aprender, que lleva mucho tiempo de formación, pero que va acompañado de todas estas cuestiones que son tan importantes como la técnica individual y colectiva».
«Queremos que los chicos y chicas que pasan por el Mini Básquet de La Falda sean su mejor versión y sea una linda experiencia para ellos/as el venir a entrenar cada tarde y competir los sábados con sus compañeros/as».
Con la idea clara de que el Mini Básquet es la base en la que se sustentan los clubes y en la que se forma el futuro competitivo y formativo de cada institución, se le da su marca distintiva con la vista puesta en aquellos objetivos que se valora como fundamentales.
«Desde mi punto de vista en Mini Básquet, el entendimiento del rol del chico/a en el conjunto, el respeto por el rival y sus compañeros/as, el acatamiento de las reglas deportivas, el cuidado de los elementos con los que trabajamos son fundamentales», dice Elorriaga
«Además, hay que formar deportivamente en cuanto a su autoestima y que aprendan a resolver situaciones de juego desde lo individual y colectivo. En el fondo, son cosas que le van a servir para la vida, en otros ámbitos y no solo dentro de una cancha de básquet».
«La satisfacción más grande que tengo como profe es que los chicos/as nutran su amor por el club y la camiseta que representan, indistintamente de los resultados. Que amen su camiseta, que amen lo que hacen y que sientan pasión por ello. Que sientan que La Falda es su casa».
La parte técnica individual y colectiva tiene su lugar dentro de la enseñanza de los apartados que detalló el entrenador. El Mini Básquet no deja de tener su instrucción dura desde lo técnico y en ese sentido en La Falda también lo tienen claro.
«En lo técnico hago mucho hincapié en el tiro, considero que es algo muy importante para no arrastrar vicios en años de formativa, lo mismo que los valores de juego colectivo en cuanto al jugar y compartir el balón».
«El dribbling, el pase, el tiro, son cuestiones que planificamos y pautamos para hacerlo con los profes de manera coordinada y siguiendo los lineamientos que nosotros consideramos que son los adecuados, teniendo en cuenta el contexto que tenemos en Mini Básquet y en La Falda».
«En esta realidad que vivimos en La Falda, tratamos de trabajar con mucha inventiva para poder compensar la escasez de espacio y de herramientas con ejercicios específicos para mejorar la coordinación y la motricidad, por eso la educación física cumple un rol clave en esto. Me gustaría que los chicos/as en Mini Básquet puedan tener más horas de entrenamiento de este tipo, pero tenemos que utilizar lo que tenemos de manera intensiva para que los resultados sean los mejores», cerró Ignacio.
La Falda avanza en su objetivo de reconstrucción y busca, a largo plazo, poder incrementar su base formativa con lo realizado en Mini Básquet. A paso firme, el conjunto de la banda roja pone la mirada en el futuro, apoyada en el trabajo del presente.