En la noche de hoy, Liniers se consagró campeón de Primera División tras derrotar en tiempo suplementario a Napostá 76 a 70 liquidando la serie 4 a 1.
De esta manera el Chivo logra su título número 10 en la categoría (1986, 1987, 1992, 1994, 1998, 1999, 2002, 2010, 2014 y 2019). Fuente: Roberto Seibane.
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UN INICIO REPLETO DE INEFICACIA
El camino de Liniers al título comenzó plagado de errores y de poca eficacia. Luego de casi cinco minutos, el local apenas ganaba 4 a 0. Napostá convirtió por primera vez luego de 5m52, y en lo sucesivo metió un parcial de 7 a 0 con cinco puntos de Ramiro Aguirre.
Tal como había comenzado, cerraron el primer cuarto con muchos fallos y con un pobre 11 a 8 en favor a la visita.
Mediando el segundo cuarto el Chivo metió un parcial clave de 10 a 0 para pasar a ganar 22 a 18 con 3m32 por jugar. En el final, otra rafaga del local le permitió la máxima de seis hasta el momento (30-24).
En la última jugada de la primera mitad, Juan Ignacio Bellozas anotó un gancho en el poste para poner el 30 a 26 final.
NAPOSTÁ FORZÓ EL SUPLEMENTARIO EN LA ÚLTIMA BOLA
En la vuelta de los vestuarios el partido parecía mantenerse en la misma sintonía. Liniers mostró su mejor momento de la noche de la mano de sus figuras: Agustín Dottori (25 puntos y 10 rebotes) y Santiago Torre (11 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias).
Entre ambos, más el aporte de Gastón Diomedi, llevaron a su equipo a sacar la máxima de 11 (49-38) con 2 minutos por jugar.
Napo respondió inmediatamente con el buen ingreso de Franco Leal clavando una bomba, y la inagotable tarea de Antonio Iturrioz en la zona pintada (20 puntos y 12 rebotes en todo el partido).
Desde la linea, Aguirre puso a su equipo a seis (51-45), pero restando ocho segundos Diomedi también anotaría ambos libres para irse al último cuarto 53 a 45 arriba.
Liniers se mantuvo con una diferencia de 6/7 durante gran parte de los últimos 10 minutos. Dos libres de Dottori lo pondrían 64-57 arriba restando 2 minutos y medio.
Pero el corazón y el orgullo propio de Napostá lo llevó a forzar un suplementario. Con una rafaga de 7-0 logró a quedar iguales en 64 cuando quedaban 55 segundos. Tras un intento de triple fallado por Gustavo Gentili, Liniers tuvo la posibilidad de tener la última pelota.
Martín Ríos Lodoli recibió abajo del aro y le cometieron falta quedando tres segundos. El 12 falló el primero y metió el segundo. En la reposición, luego de una jugada preparada por Aleksoski, Bellozas se posteó y lo mandaron a la línea. Allí, el interno tuvo en sus manos la victoria, pero anotó uno de dos y empató el partido en 65.
LINIERS TUVO MAYOR RESTO EN EL SUPLEMENTARIO
Mostrando sus credenciales de campeón, el Chivo golpeó en el momento justo de los cinco minutos extras. Desde el arranque Diomedi golpeó con una bomba de tres puntos.
Después Napostá sufrió la falta de gol. Ya no contaba con su goleador Iturrioz por haber llegado a la quinta falta. Los espacios se cerraron y la única vía potable terminó siendo Bellozas.
Encima del otro lado Banegas clavaba un doble largo y Dottori seguía imparable como toda la noche. Con dos libres del propio Herman, Liniers se puso 74 a 67 con un minuto por jugar para comenzar a liquidar el partido.
Los intentos de los dirigidos por Aleksoski no fueron suficientes porque enfrente tuvo a un equipo que mostró una solidez y regularidad a lo largo de todo el año. Dottori anotó para poner 76 a 67, y ya sin tiempo para más Matías Martínez metió un triple estampando el 76 a 70 final.
FRASES DE SANTIAGO TORRE, BASE DE LINIERS:
“En los papeles todos nos daban como candidatos pero es muy difícil salir campeón. Cuando nos juntamos el primer día nos propusimos llegar a la final, pero era una incógnita. Llegamos a esta final sabiendo que las finales se juegan, no hay favorito. Napostá no se entregó nunca”.
“Al ser un torneo distinto de jugar menos partidos al año no sabíamos qué tan real era la diferencia que teníamos con los demás. Por suerte fuimos encontrando una identidad de juego durante el año que nos dio muchas alegrías”.
“El grupo humano que se logró es impresionante. Pasara lo que pasara, ya habíamos hablado que no iba a cambiar nada. Daba placer venir, juntarnos, entrenar. Esa fue una de las claves que nos llevó a lograr esto”.
“Creo que tuve un buen año. Quizás pude mi mejor juego porque tuve a estos monstruos que metían todas las que les pasaba. Festejar acá y de esta manera es algo que tenía pendiente”.