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La ABB presenta una sede renovada

La Asociación Bahiense de Básquetbol está finalizando su obra. En lo inmediato se inaugurará el sector administrativo.

O’Higgins casi esquina Brown; una de las habitaciones de “La Central Muñiz” que se alquilaban como oficinas y un local -después se sumó otro- de la Galería Peuser, en O’Higgins 62.

Ahí funcionó originalmente la Asociación Bahiense de Básquetbol, hasta que en 1967 se trasladó definitivamente a 9 de Julio 62.

Ocho años antes, más precisamente el 21 de abril de 1959 -hoy se cumplen exactamente 60 años- se aprobó el proyecto presentado por Osman Montero para adquirir una casa.

Ese día se conformó la subcomisión “Pro casa propia”. Y el 12 de noviembre de 1967 se firmó el boleto de compra, a un valor de 3.100.000 moneda nacional, a pagar en tres cuotas semestrales.

“Desde que se inauguró, nunca se le hizo nada, salvo darle algunas manos de pintura y parchar las paredes para tapar la humedad”, recuerda el actual presidente, Marcelo Pallotti.

Cuando asumió y proyectando dejar su impronta al finalizar su mandato, Pallotti pensó en algo que perdure en el tiempo. Y qué mejor, para un hombre vinculado a la construcción, que remodelar “la casa del básquetbol”.

“Hay gente que llega y quiere conocer la Asociación. Inclusive, muchos de Bahía que nunca entraron. Pero como estaba no se podía mostrar. Y teniendo la idea de reacondicionarla, hubiese sido desperdiciar una oportunidad muy importante no aprovechar que el presidente de la ABB sea el dueño de una empresa constructora”, entendió Pallotti.

Más allá del conocimiento y los contactos, el propio presidente destacó que la obra tuvo una importante reducción de costos.

“Si esto tuviera que hacerlo alguien que no está vinculado con la construcción, se hubiera gastado cuatro veces más. Y lo más importante es que clubes no pusieron un peso, afrontando la inversión -según manifestó-, con fuerte colaboración de tres o cuatro empresas”.

La inauguración de la remodelación está prevista para dentro de 15 días aproximadamente.

¿9 de Julio 60 o 62?

A simple vista, la primera modificación es la principal puerta de acceso, que se corrió y ahora está donde funcionaba la sala de presidencia.

“Igual seguirá siendo 9 de Julio 62, ¡eh!”, aclaró Pallotti.

Los principales y notorios cambios estructurales incluyeron la demolición de la pared que dividía la sala de trofeos de las diferentes oficinas y se bajaron los cielorrasos. Quedó un mono ambiente, se generó un patio de luz y se construyó una sala de reuniones para el Consejo, además de dividir en box para ordenar la atención.

“Ya terminamos toda la parte de iluminación. Faltan detalles de lo que es baja tensión, como internet. También, detalles de los muebles y toda la parte de ploteado”, puntualizó.

“Los albañiles trabajaron bajo amenaza”, bromeó Pallotti

La historia del básquetbol bahiense se resume en trofeos, fotos e información que acumula la ABB.

Y todo eso se preservó durante la obra gruesa, inclusive, las paredes donde están pintados los retratos -ahora digitalizados- con bahienses que participaron a nivel internacional.

“Los albañiles trabajaron bajo amenaza, je. Ninguno podía tocar nada”, bromeó Pallotti.

Ese sector, puntualmente, se terminará de remodelar en una segunda etapa.

“Ahora vamos a tratar de inaugurar la primera parte y seguiremos pintando y reformando más tranquilos, para generar un museo”, adelantó el presidente.

“La necesidad de cambiar todo esto tiene que ver con que la parte informática que estamos trabajando para los clubes tenía que tener sustento en la parte de comunicación. Y como estábamos, no se podía trabajar”, argumentó.

FUENTE: Fernando Rodríguez para La Nueva Provincia

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