Continuamos en este segmento de carácter semanal que consta de un recorrido por los clubes afiliados a la ABB, en el que mostraremos el trabajo realizado en sus escuelas de Mini-Básquet. Hoy el Club Atlético Estrella.
MINI BÁSQUET EN EL CLUB ATLÉTICO ESTRELLA
El club del barrio San Martín es una de las instituciones que nuclea la mayor cantidad de chicos y chicas en este sector de la ciudad. En 2021 cuenta con dos categorías de Mini Básquet, dos de Pre-Mini y una nutrida Escuelita de básquet: «En este momento, contamos con 26 Pre-Mini y 25 en Mini Básquet. Mini A y B estaban conformadas desde principio de año y desde agosto armamos Pre Mini B, además de la Escuelita», nos cuenta Juan Dobal, entrenador de Pre y Mini.
La novedad este año pasa por la incorporación de mujeres en las categorías iniciales y la búsqueda de incrementar las mismas a futuro. Estrella cuenta con un equipo de Primera División que es referencia del básquet local y ahora quiere replicar con las más pequeñas.
«Cuando empezamos este año no teníamos mujeres en Pre Mini ni en Mini. Hablamos con los dirigentes para que afrontemos el reclutamiento para incorporarlas y por suerte pudimos sumar con algunas que ya estaban con José Alarcón en Escuelita. La verdad que era una problemática que había que afrontar y esto nos abre el camino para ampliarlo el año que viene», dice Dobal.
El equipo de entrenadores de Mini Básquet está conformado por José Alarcón en Escuelita, Juan Dobal en Pre Mini y Mini Básquet y Tomás Villar en las dos categorías B y Escuelita.
Con casi 100 chicos/as en las tres categorías, el trabajo a realizar tiene que que ser a conciencia y pensando en las necesidades estratégicas de la edad, los requerimientos y recursos del club y la planificación de los entrenadores.
«En Escuelita, el 80% del trabajo es de carácter recreativo. Es prácticamente una iniciación a la actividad física con algún contenido del deporte. El trabajo en la Escuelita, que acá en el club está a cargo de José Alarcón, es clave», afirma Juan.
«Tiene un fin reclutador, porque es una edad en la que se hace iniciación deportiva y el los chicos/as están buscando una actividad que sea de su agrado, por lo que hay mucha deserción en el paso a la siguiente categoría. Por este motivo, es clave trabajar, para que podamos ensanchar la pirámide y así contar después con más chicos y chicas en Mini Básquet».
«En Mini Básquet lo lúdico y lo técnico es casi un 50/50. En el contenido de juego se inserta el trabajo técnico. Se busca la adaptación del juego, pero siempre con un fin técnico encubierto para que sea más llevadero. Se introducen las reglas del básquet en las actividades recreativas de una manera más directa que en la Escuelita», diferencia Dobal.
Los clubes de Bahía han optado en Mini Básquet por el trabajo en «estaciones» como método por excelencia a la hora de introducir cuestiones técnicas con técnicas recreativas. La gran cantidad de chicos y chicas que practican el deporte en la ciudad, lleva también a ponderar esta opción, que los clubes han tenido que abrazar, no sin antes invertir en infraestructura y material de trabajo.
«No todos pueden hacer el trabajo por estaciones. Se necesita de seis aros, pelotas, conos, accesorios y los profes necesarios para atender a la gran cantidad de chicos y chicas que trabajan en simultáneo. Si se cuenta con todo esto, como tenemos acá en Estrella, es una estrategia que sirve y mucho. En el mismo momento podés trabajar, definición, dribling, pase o cualquier situación de juego en simultaneo», dice Juan Dobal.
Otra cuestión a tomar en cuenta a la hora de elegir estrategias de trabajo es la identificación de los recursos con los que se cuenta para ponderar la carga de técnica y de juegos.
«Los grupos son claves a la hora de decidir los trabajos. Hay algunos que tienen un nivel madurativo muy alto y esto te permite quizás trabajar de manera más técnica y hay otros grupos que necesitan de una bajada diferente y más cercana a lo lúdico», afirma el entrenador de Mini Básquet
Cuando nos adentramos en el análisis del Mini Básquet no podemos dejar de lado lo que fue un largo período de inactividad por la pandemia de COVID-19 que afectó de manera directa tanto a los entrenadores como a los más pequeños. Sobre todo teniendo en cuenta que están en una edad en donde deben trabajar mucho en cuestiones de coordinación y aprendizaje físico.
«Estuve el tiempo de pandemia sin dirigir y este año retorné al Mini Básquet. No puedo hacer una comparativa con la previa, pero lo que sí notamos, es una gran necesidad de estar presente, de venir a entrenar, de compartir un momento con el amigo/a», dice Juan.
«El estar encerrados durante un tiempo ha reforzado la importancia del contacto con el otro, de lo valorable de la actividad física y el estar agradecidos de que haya un club que otorgue un lugar físico para ello».
«En Estrella tomamos asistencia en los entrenamientos y tenemos casi un 90% de concurrencia, eso realmente es notable. Hay que ponderarlo como una muestra de lo importante y necesario que es todo esto, tanto para los jugadores, los entrenadores y los que estamos vinculados a la actividad. La pandemia ha dejado muchas huellas negativas, pero esta es una que hay que rescatar y sobre la cual se puede edificar», afirma Dobal.
En cuanto a la particularidad de ser profe en categorías iniciales queda evidenciado el doble desafío de la cuestión pedagógica insertada de manera directa, en una edad que es muy particular y en la que la sobre carga de información, puede agobiar a los niño/as.
«El gran desafío del entrenador de Mini Básquet es poder trabajar lo técnico de una forma que no sea aburrida o tediosa para el chico/a. Muchos ingresan al deporte con edad de Mini y hay que pasarlos por la Escuelita de una manera que no sea traumática ni frustrante para que rápidamente esté con los chicos/as de su edad. El trabajo de la Escuelita con el Pre y el Mini es a la par en ese sentido».
«El inculcar la competencia en los chicos es clave, pero no hablamos de la búsqueda del resultado, el competir entendido como el aprendizaje de la responsabilidad, de llegar a horario, de si se falta avisar de por qué no se viene, de entrenar pensando en aprender a compartir con un compañero/a, en tomar el trabajo en equipo como la esencia del deporte, el ser solidario con el compañero/a y demás valores que le van a servir en el futuro», finaliza Dobal.
Estrella da un lugar a los cientos de chicos y chicas de una de las barriadas más populares de la ciudad y para ello toma su trabajo con la seriedad que amerita la responsabilidad social que esto conlleva.