Las chicas de El Nacional están entrenando bajo los protocolos exigidos por el Municipio de Bahía Blanca y la ABB, mientras poco a poco van recuperando la actividad con esfuerzo y solidaridad.
LA NUEVA REALIDAD DE EL NACIONAL
La desinfección de elementos es una de las partes del protocolo
La pandemia de COVID-19 ha trastocado todos los planes previos y puso a todas y todos en una situación especial, novedosa y que requiere de mucha paciencia y esfuerzo desde lo emocional y lo físico.
Josefina Calvento, es entrenadora y jugadora de El Nacional y nos puso al tanto de la situación que se vivió desde el inicio de la cuarentena y como fue volver a la cancha este año tan especial. Los desafíos de la reconversión del entrenamiento online y los obstáculos encontrados en este contexto novedoso.
«Volvimos a entrenar a mediados de septiembre. Arrancamos de U15 para arriba y quince días después se agregó U13. Las más chiquitas la verdad que lo venían necesitando porque se necesitaba del contacto con la pelota».
«La verdad es que es una bocanada de aire fresco por lo menos para no terminar el año si pisar la cancha. Está siendo muy duro, hemos tenido mucha deserción por la situación de la pandemia (casi un 50%). Estamos tratando de que todas las que se engancharon, puedan venir y moverse un poco en la cancha».
«En marzo cuando comenzó la cuarentena iniciamos con los entrenamientos online vía Zoom en casi todas las categorías. De mini a primera pudimos concretar encuentros de esta manera, se nos hizo muy difícil con las más chiquitas».
«Cuando por el cambio de fase se liberaron los entrenamientos al aire libre, hicimos físico en el predio, obviamente manteniendo los protocolos que exigía el municipio y ahora ya estamos trabajando en Chiclana con turnos de a cuatro, con todas las recomendaciones que hizo ABB: midiendo la temperatura, manteniendo la distancia social, con su lugar específico para cada chica y con la desinfección correspondiente».
El trabajo de fundamentos es lo que se refuerza primordialmente en cancha.
«Se nos está complicando mucho tratar de que vengan a entrenar, muchos padres tienen miedo por la situación que se está viviendo en la ciudad y se nos dificulta obviamente juntar el dinero para poder mantener la actividad, así que estamos haciendo rifas, ventas de cosas para que de alguna manera brindemos la oportunidad de que las chicas puedan entrenar, aunque sean unas pocas».
«Fue muy difícil para nosotras al principio de la cuarentena poder trabajar de manera online que era algo que no estábamos acostumbradas. Es muy difícil hacer correcciones de manera no presencial, porque muchas veces necesitas del contacto o que vean en vivo como se hace determinado movimiento y detrás de cámara se complica. Más allá de esto, notamos que hubo una mejora en el aprendizaje por parte de las chicas y de nosotras mismas como entrenadoras».
«En la cancha se trabaja en fundamento por el tema de la distancia social, pero tuvimos que transformar todo porque este es un deporte 100% de contacto. La técnica trabajarla todo el tiempo se vuelve tediosa, por lo que intentamos ir variando las cosas para que las chicas no se aburran».
«Las chicas obviamente quieren mejorar su juego, pero está claro que el aspecto competitivo y el estar cerca de sus compañeras es el fin número uno a la hora de entrenar, más allá de que no puedan estar en contacto directo».
LA CAMPAÑA SOLIDARIA DEL CELESTE
«Estuvimos haciendo una colecta con una ONG que se llama Gira Vida. Juntamos todo lo que es ropa de abrigo, calzados, alimentos y demás. Fue iniciativa de una de las profes que estaba en contacto con esta organización y sentíamos que era el momento indicado para poder dar una mano en esta situación tan delicada que estamos viviendo.
«Las nenas la verdad que se re prendieron con la iniciativa. Fuimos haciendo el recorrido para recoger las cosas, las desinfectamos y seguimos todos los protocolos para poder entregarlos de manera adecuada y fue algo muy lindo para todas».
LA PERSPECTIVA DESDE EL LADO DE LA JUGADORA
Josefina Calvento en plena acción en 2019
«En mi caso particular ha sido muy difícil, porque no me quedan muchos años de básquet y se me cruzaron por momentos un montón de cosas por la cabeza: sigo, no sigo ¿Qué hago el año que viene? Llegaban los domingos y nos dábamos animo entre todas, pero no era lo mismo. El Zoom está bueno para mantenerte haciendo algo, pero solo cuando volvimos a entrenar en la cancha pude sentirme mejor desde lo anímico».
«El tema es la incertidumbre de no saber lo que va a pasar, porque ahora ya estamos acá y queremos más, necesitamos más. Tuvimos la ilusión de que en algún momento la competición iba a volver o hasta de que se podía jugar en el verano, no nos importa jugar con calor o de noche, tenemos muchas ganas de volver a sentir lo que es competir».
En un año distinto, que requirió de muchos esfuerzos mancomunados El Nacional mantiene la llama competitiva más que nunca, sobre todo con la vuelta de los entrenamientos presenciales, por ahora solo queda ponerse a punto para estar preparadas para cuando vuelva la competencia oficial.
