Continuamos en este segmento de carácter semanal que consta de un recorrido por los clubes afiliados a la ABB, en el que mostraremos el trabajo realizado en sus escuelas de Mini Básquet. Hoy el Club Olimpo.
MINI BÁSQUET EN OLIMPO
Pocas instituciones de Bahía Blanca pueden jactarse de tener la historia del Club Olimpo. El aurinegro lleva un tiempo trabajando para reconstruir su poderío en categorías inferiores y el principal punto pasa por el Mini Básquet en donde poco a poco va sumando cantidad a su muy buena calidad de jugadores.
«En comparación al año pasado estamos bastante mejor. La Escuelita tiene una buena cantidad de chicos y pudimos armar los Pre-Mini, la idea es poder formar alguna categoría B el año que viene, lo más probable que sea Pre Mini, porque tenemos una gran cantidad de chicos de esa edad en la escuelita», dice Nicolas Popp, entrenador de Mini Básquet.
El club Olimpo cuenta con 45-50 chicos/as en su Escuelita, 10 en Pre-Mini y 11 en Mini Básquet al mando de Nicolás Popp, que se encarga de ambas categorías.
La idea en las categoría iniciales pasa por introducir a los y las más pequeñas en el deporte y que puedan, además de aprender, divertirse, pasarla bien y abrazar el básquet como la actividad deportiva principal.
«Lo más importante es que los chicos se enamoren del deporte, que vivan con ganas de estar en el club y que les empiece a picar el bichito de querer aprender siempre un poquito más del básquet, para eso es clave nuestro trabajo para con ellos», dice Nicolás.
Teniendo en cuenta que en Mini Básquet los conceptos lúdicos y técnicos son muy importantes, la planificación se vuelve un aspecto fundamental para poder hacer una traspaso didáctico acorde al aprendizaje de los conceptos básicos del básquet de una manera que sea acorde a la edad de los jugadores/as.
«Yo siempre divido los objetivos en dos partes: cómo quiero que evolucione el grupo y en segunda instancia los chicos en particular. Me gusta siempre trabajar una parte totalmente enfocado en la técnica individual y después en desafiarlos a ellos, a obligarlos a pensar, que tomen decisiones en base a alguna problemática que les presento o a veces que ellos mismos presentan», comenta Popp.
«Por suerte en el club el Mini Básquet entrena en una cancha en la que tenemos seis aros, entonces tengo la posibilidad de jugar mucho 1 vs 1, así los chicos pueden aplicar un poco de todo lo que trabajan. Es lo más importante para iniciar. Después ya en Mini Básquet ir metiendo de a poco las ideas del juego en equipo, sobre todo la ocupación de espacios y la ubicación».
Consultado sobre las problemáticas que afectan al Mini Básquet, el entrenador aurinegro fue claro en ponderar cuales son aquellas cuestiones que afectan la actividad de manera más contundente.
«La falta de tiempo y compromiso, muchas ausencias sin aviso, tanto a entrenamientos (seguidamente) cómo a los partidos. Esto no es para nada culpa de los chicos/as, porque ellos todavía no se pueden manejar solos, y eso cuesta mucho en el desarrollo de los chicos, tanto en lo técnico, como en el lograr entusiasmo por la actividad».
«Más allá de esto, las ganas en los chicos están. En Olimpo, como con todos contra los que jugamos, veo chicos con muchas ganas de aprender y bastante parejos, a estos son unos de los que más se le nota la pandemia, porque fueron los que perdieron un año clave de Pre Mini, pero así y todo, me parece que a lo largo del tiempo van a ser una camada interesante», dice Popp.
Las modificaciones introducidas para que los chicos y chicas puedan incorporar la dinámica en conjunto y participen todos del juego son bien vistas por los entrenadores. El 3 x 3 es una de esas cuestiones valoradas por ellos, aunque esto no deja de generar sugerencias para la mejora del Mini Básquet.
«El Pre Mini me parece que está en un buen momento, el 3×3 es una buena modalidad, ya que todos participan más del juego. En Mini Básquet considero que es correcto el 5×5, lo que agregaría es la «competencia». No que haya un campeón o cruces o algo por el estilo, pero si que haya marcador aunque sea por cuartos (una vez que las zonas emparejen a los equipos), porque los chicos necesitan aprender a perder, se les aísla de la derrota como si fuese algo malo y la realidad es que cuando pasan a U13 que las derrotas pesan un poco más, la frustración es el doble. Que el resultado no sea algo que importe, sino que sirva como aprendizaje», comenta Popp.
Cada club tiene sus particularidades y sus formas a la hora de encarar los proyectos deportivos, por este motivo Olimpo, fiel a su historia pondera mucho el trabajo particular para la mejora individual, pensando en su impacto en colectivo. Esto se ve reflejado en sus buenas actuaciones en las categorías formativas, donde han llegado a la definición de los torneos.
«En Olimpo tratamos de trabajar todo en conjunto, seguir una línea de trabajo donde vamos incorporando de a poco o fundamentos o conceptos dependiendo de la edad y estamos todo el tiempo comunicados viendo los avances de los grupos como de cada chico».
«Si tengo que decir algún aspecto particular del club, es que nos enfocamos mucho en cada chico, en que todos se sientan cómodos y lograr que mejoren lo más posible individualmente en cada aspecto, tanto jugador individual y dentro de un grupo, cómo también en la parte humana», finalizó Popp.
Olimpo sigue recuperando su base formativa y para ello, trabaja desde el desafío del conocimiento y la búsqueda de la integración del deporte en pos de la mejora constante tanto individual, como colectiva.