Provincia de Buenos Aires, con la base del plantel de Bahía Blanca, se consagró Campeón Argentino U15 en la ciudad de Mar del Plata.
PROVINCIA SE LLEVÓ EL ARGENTINO FRENTE A FEBAMBA
El conjunto de Mauro Richotti había arrasado en sus dos primeras presentaciones del Argentino ante La Pampa (95 a 46) y Rio Negro (99 a 56). El viernes por la tarde debía enfrentar a Mendoza para lograr el pase a la final del torneo.
En Once Unidos, Provincia siguió con su camino arrollador y derrotó a Mendoza 90 a 65 y se metió en la definición contra FeBAMBA.
En los bonaerenses destacaron Joaquín Díaz, que fue el goleador de la tarde, con 30 pts, 2 reb, 2 ast, 3 robos, acompañado de Mateo Rincón: 17 pts, 9 reb, 2 ast y 2 rec, Benjamín Sánchez con 11 pts, 7 ast, 3 robos y Alejo Diel con 12 pts, 12 reb, 2 robos.
En la final, FeBAMBA, que venía invicto, fue un hueso duro de roer. Forzó el encuentro después de que Provincia dominara durante casi todo el juego y lo dejó sin anotar los últimos tres minutos de tiempo regular, pero a los bonaerenses la renta conseguida les permitió levantar el trofeo con un cerrado 61 a 60.
Los ganadores tuvieron tres jugadores en doble dígito: el jugador de Olimpo, Alejo Diel fue el goleador de Provincia con 13 pts y 7 reb, acompañado del pivot de 9 de Julio, Luciano Damaro, con 12 pts y 9 reb, además de Gonzalo Aman con 11 pts, 4 reb y 1 recupero.
Provincia de Buenos Aires, de esta manera, se consagró campeón Argentino de manera invicta en su segunda fase y con tan solo una derrota en todo el torneo (debut frente a Entre Ríos en Bahía).
MAURO RICHOTTI: «ESTE GRUPO DE CHICOS ES FANTÁSTICO»
El entrenador de Pacífico y coach principal de Provincia en el Argentino U15 habló de las dos fases del torneo, el cuerpo técnico bahiense y la evolución de los chicos para llevarse el título.
Perdieron el primer juego en Bahía y quedaron al borde de la eliminación, a partir de allí no conocieron más la derrota. Es realmente un camino sorprendente
«El primer juego en Bahía contra Entre Ríos nos había preocupado. Entendimos que los nervios, y como nos jugó el rival, llevaron a la derrota, pero las sensaciones cambiaron por completo en el segundo partido, parecía que habíamos cambiado a los 12».
«La clave fue el reconocimiento por parte de ellos de que esto era una selección y se necesitaba de mayor volumen de juego, pasarse más el balón, tomar mejores tiros y hacerse más fuerte en defensa».
¿Ustedes tuvieron que ajustar también como cuerpo técnico?
«Sí, porque empezamos a neutralizar de manera específica a los mejores jugadores rivales y eso nos dio una ventaja importante y a medida que pasaron los juegos nos fuimos dando cuenta de que los roles que cumplían cada uno los habían entendido a la perfección».
Después salió todo mucho más fluido en cuanto al juego
«El encontrar gol externo repartido en varios jugadores nos daba una ventaja muy grande porque le hacíamos difícil ajustar al rival y sumado a que la dinámica de juego era cada vez más fluida hizo que se soltaran más».
«Las rotaciones estaban claras después de varios partidos y nos posibilitaba ajustar según lo que nos pedía el partido. A partir del segundo tiempo cuando teníamos la chance de armar un quinteto con jugadores mezclados».
¿Cómo fue la experiencia de jugar un Argentino desde el cuerpo técnico y desde lo personal?
«Trabajamos desde el día uno para lograr el objetivo de llevarnos el torneo Argentino. Si bien a la larga era complicado y había que tener en cuenta muchas cosas, cuando pasó el segundo enfrentamiento en Mar del Plata, nos dimos cuenta que teníamos muchas chances».
«La experiencia desde lo personal de estar a cargo de un plantel de Provincia fue súper positiva porque al estar acompañado de Jorge y Juan Cruz, que entienden la categoría muy bien, simplificaron mucho todo».
«Los tres sabíamos en qué teníamos que poner el ojo y en qué debíamos laburar para que los jugadores se sintieran cómodos y pudieran dar su mejor versión a corto plazo. Eso hizo la experiencia súper llevadera, entretenida y enriquecedora».
¿Qué rescatas del grupo de chicos que se llevó el Argentino?
«Lo que más valoré del equipo fue la predisposición a entrenar, aprender y escuchar. La amistad que se formó en el grupo entre ellos fue clave, sumado a que es un plantel de chicos muy educados, atentos, perceptivos y que procesaron las consignas de manera muy rápida».
«Es un grupo muy inteligente, que asimila las cosas enseguida y que ejecutaba los planes de juego como se los pedíamos. Además no tenían problemas en preguntar si no entendían algo y evacuar cualquier duda que tenían de lo que se les requería».
Desde lo táctico, ¿Cuáles fueron las cosas que tuvieron que ajustar? ¿Qué te sorprendió de los rivales?
«El jugar por conceptos al principio se les hizo difícil, pero a medida que pasaban los partidos lo iban haciendo cada vez mejor. El romper, pasar, buscar el pase extra, reubicarse, atacar espacios, todas esas cuestiones fueron saliendo con naturalidad.
«De los rivales me sorprendió que siempre tenían tres o cuatro jugadores que lo hacían a gran nivel y que entendían mucho de conceptos de juego. Había además algunos chicos de mucha altura y con una soltura de fundamentos llamativas para su tamaño. Jugadores de 1.90 mts o más trasladando la bola como si fuesen bases y con una soltura llamativa para su edad».
Por último ¿Qué cambió del equipo de la primera fase del Argentino a la segunda?
«No cambiamos en nombres el plantel, pero en Mar del Plata algunos de los chicos que no habían destacado en Bahía, sobre todo con el goleo exterior, si lo pudieron hacer en esta etapa y eso nos dio otra dimensión porque pudimos abrir más la cancha».
«Desde el costado defensivo dimos un paso al frente y nos hicimos más fuertes en esta segunda etapa sobre todo sabiendo que la dificultad y el nivel crecía porque estaban los mejores del país».
«Cuando nos fuimos de Bahía les planteamos las cosas que debían mejorar desde lo defensivo y lo pudieron lograr, además que ajustaron la efectividad en tiros libres que para este tipo de torneos cortos es clave para el resultado final».