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Pepe Sánchez antes de ser Pepe Sánchez

Pepe Sánchez

Este miércoles 8 de mayo, Pepe Sánchez, base histórico de Bahía Blanca, campeón olímpico en 2004 y con un recorrido profundo por los mejores equipos del mundo incluyendo Europa y la NBA, cumple 42 años.

Hoy, ya retirado de la actividad, Pepe brilla como dirigente de Weber Bahía Basket, franquicia a la que ha llevado a los máximos niveles del básquetbol nacional y que hoy corona su paso por el profesionalismo con el ya inaugurado Dow Center, un estadio maravilloso para el desarrollo de nuevos atletas, con instalaciones únicas dentro de Sudamérica.

De todos modos, la conexión de Pepe con su ciudad inició a edades tempranas. En esta primera entrega, hablaremos de quien fue Sánchez en el básquetbol formativo. A diferencia de Manu Ginóbili, su compañero contemporáneo en Bahiense del Norte, Pepe (o Juani) brilló desde muy pequeño. El base cerebral, de pases lacerantes y ojos abiertos, nació sin embargo años después. Primero, fue goleador.

Y qué goleador.

EL INICIO DEL CAMINO DE PEPE SÁNCHEZ

Pepe Sánchez inició su camino en el básquetbol local en el club El Nacional, pero encontró su plenitud como jugador de formativas en Bahiense del Norte, club al que se mudó a los 12 años de edad. Sin embargo, el gran amor de Pepe está en un tercer club en el que nunca jugó: La Falda.

“Yo me mudé a este barrio cuando tenía 10 años. Jugaba en El Nacional, y aunque La Falda me quedaba más cómodo, por la cercanía, no cambié de equipo porque La Falda jugaba la zona consuelo, y yo quería jugar contra los mejores. Ya era competitivo de chico. Acá sí jugaba picados, lindos picados, en el verano, pero en realidad era un punto de encuentro social para mí. De hecho, podían pasar meses sin que yo entrara a la cancha. Pero nos juntábamos en la puerta del club todos los días, o nos cruzábamos a la plaza. El club tenía un rol bien social. Creo que eso caracteriza a los clubes en nuestro país. Cumplen una función de contención no reconocida. Creo que el Estado debería potenciarlo, porque contiene a muchos chicos a los que, probablemente, debería ser el Estado el que contenga. Por eso creo que debería separarse, hasta legalmente, cuando los clubes eligen hacer un deporte profesional, para cuidar su patrimonio”, le dijo tiempo atrás Pepe Sánchez a Básquet Plus.

Esa competencia la trasladó a todos lados. A los primeros campus en los que participó y al torneo de menores de Bahía, que tenía entre sus filas a jugadores que luego alcanzaron los primeros planos del básquetbol nacional. Y algunos incluso internacional.

UN ÚNICO TÍTULO EN FORMATIVAS

Pese a su gran cantidad de virtudes, Pepe tuvo un sólo título en toda su carrera de formativas. Y no lo consiguió en Bahiense, sino en El Nacional: fue campeón en premini en 1986. Un dato curioso de ese torneo es que el monitor del equipo fue Pablo Andrés Coleffi, Pocha, quien luego lo dirigiese en diferentes lugares incluyendo su última temporada como jugador en Weber Bahía Estudiantes.

Así lo señalan los números del ingeniero Roberto Seibane, que también lo ubican como goleador absoluto del campeonato de infantiles de 1992, ya con la camiseta del club de Salta 28.

En ese torneo, Pepe Sánchez anotó 663 puntos en 27 partidos (24.59 de promedio), con 83 triples, 170 dobles y 75-127 en libres (59.06%).

Con la selección de Bahía Blanca de formativas, Pepe jugó cuatro torneos: infantiles en 1992 (segundo, en la sede de Bragado, título a manos de Mar del Plata. En este equipo, jugó también Emanuel Ginóbili), cadetes de 1993 (campeón en Bahía Blanca), juveniles de 1994 (campeón en Mar del Plata) y Sub 22 (tercero en Mar del Plata).

PEPE SÁNCHEZ EN LA SELECCIÓN DE PROVINCIA Y EL EQUIPO NACIONAL

Con la Selección de Provincia de Buenos Aires, fue tercero en el Argentino de Juveniles de 1993 y segundo en el de Cadetes el mismo año. Ambos torneos fueron ganados por el campeón Córdoba.

Su primera experiencia con la Selección Argentina se dio en Oruro (Bolivia), con el Sudamericano de Juveniles que ganó el equipo albiceleste, conducido por Guillermo Vecchio, al derrotar en la final a Venezuela por 84-75. Meses más tarde, Pepe volvería a vestir la camiseta de su país en el Panamericano Juvenil disputado en Santa Rosa y General Pico (La Pampa), en el que Argentina logró el subcampeonato al ceder en la final frente al campeón Estados Unidos por 77 a 72.

Luego llegaría la NCAA y su fantástico tiempo en Temple, su paso por la Liga Nacional, el básquetbol europeo, la NBA y la gloria con Argentina en el máximo torneo de selecciones de básquetbol.

Los comienzos, de todos modos, fueron el indicio de que un fruto maravilloso estaba listo para germinar.

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